El historiador del arte y experto en patrimonio Miguel Ángel Cajigal Vera, conocido en redes como El Barroquista (@elbarroquista), ha analizado cuáles han sido los daños reales ocasionados al cuadro Primer homenaje a Cristóbal Colón, de José Garnelo, vandalizado del Museo Naval.

«Vamos a analizar los daños que ha sufrido el cuadro vandalizado del Museo Naval. Porque, tal como temía en un primer momento, son daños muy preocupantes y no será ni fácil ni barato revertirlos para garantizar la conservación de la obra», ha comenzado el experto.

«En un ataque de estas características se pueden producir daños muy diversos. Voy a ordenarlos un poco, desde lo que a mi juicio es ‘menos grave’ a lo que a mi juicio es ‘más preocupante’. Veréis que el tema es muy delicado», ha apuntado Cajigal.

«Aclaro que el cuadro, como suele ser normal, no tenía cristal de protección. No es habitual poner cristal. Porque es muy caro. Porque no todos los cuadros lo admiten. Porque perjudica el visionado de la obra. Y por muchas otras razones», ha puntualizado el especialista.

«Vamos con los principales daños que ha sufrido la pintura. 1. Como el cuadro del Museo Naval no tiene vidrio protector, el primer daño es superficial. La propia pintura lanzada, y la primera limpieza rápida de urgencia, han arrastrado suciedad superficial, de manera que ahora el cuadro tiene manchas», ha señalado el historiador del arte.

«Esto, aunque no hubiese más daños, ya obliga a practicar una limpieza superficial completa al cuadro, más lenta, para igualar toda la superficie. Esta limpieza lleva días o semanas (si se «complica») y tiene un coste de miles de euros», ha añadido.

«2. Pero es que, además, la pintura lanzada ha dañado el barniz (lo ha «pasmado», lo ha vuelto opaco). Se ven claramente los chorretones por donde la pintura arrojada ha ido modificando el barniz y dejando un rastro fácilmente visible», ha explicado Cajigal. 

«Esto afecta seguramente a toda la superficie que entró en contacto con la pintura lanzada. Obliga, una vez realizada la limpieza anterior, a cambiar el barniz: retirar el que tiene y barnizar de nuevo. Proceso delicado. Más semanas y miles de euros», ha manifestado.

«3. Al arrastrarse la pintura que le han lanzado, ha levantado trozos de pintura, restauraciones anteriores y también ha dañado el marco. Estas manchas no salen con tanta facilidad», ha afirmado el experto en patrimonio.

«Esto obliga a una limpieza integral. Seguramente haya que reintegrar («cubrir» las lagunas que han aparecido). El marco hay que restaurarlo. No hay garantías de que toda la mancha salga y no es recomendable dejarlo como está. Y esto cuesta mucho dinero», ha asegurado. 

«4. Pero el daño que, personalmente, parece más preocupante es que allí donde había poros o grietas en la pintura y el barniz, la pintura roja que le han lanzado ha penetrado. Esa pintura llega a la preparación y al soporte. No es bueno que se quede ahí, porque puede provocar problemas serios a futuro. Y no es sencillo quitarla. Es poco probable que se pueda eliminar totalmente. Requiere de una intervención compleja«, ha subrayado el especialista.

«La suma de todos estos problemas (y algunos otros que no sean ahora visibles o que surjan durante la restauración) implica, como dije desde el primer momento, miles de euros. Y peligros para la obra», ha añadido Cajigal

«Creo que hay que hacer pedagogía con esto. Y creo que no son buenas las noticias (erróneas) de que se arregló el problema ‘en tiempo récord’. Porque, como veis, no se ha arreglado. Se intervino de urgencia para que no se agravasen estos problemas que he explicado. Porque si la pintura se deja en la superficie, todo esto que hemos visto se agrava. Pero queda mucho por hacer con ese cuadro», ha concluido el historiador de arte.