De piso pequeño de los años 60 a hogar contemporáneo inspirado en la luz y el paisaje mediterráneo
Este piso pequeño en Cannes, ubicado en un edificio histórico de la Croisette, despliega una paleta cálida y resplandeciente en sus 70 m2 pero, sobre todo, ofrece una vista excepcional de los pinos y el pequeño Port Canto. Para construir esta pequeña casa mediterránea, propiedad de una joven pareja, Christine Bodino (interiorista y decoradora) y su hermano Denis Bodino (arquitecto), unieron fuerzas y construyeron un interior acogedor y contemporáneo, salpicado de piezas de diseño de Charlotte Perriand, Tobia Scarpa y Mario Bellini. La armonía, la precisión y la elegancia que caracterizan los proyectos de Christine, así como la pureza de líneas de los de Denis, inundan cada rincón de este homenaje a la vida junto al mar.
Los materiales nobles crean continuidad entre las estancias, en este caso entre el salón y el dormitorio. La puerta corredera de roble se hizo a medida, el jarrón de cerámica es de Serax.
© Aurélien Cubeddu @aurelienstudio
El cuarto de baño fue diseñado por Denis Bodino en travertino. El suelo es de parqué de teca.
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El apartamento está rodeado de bosques de pinos mediterráneos.
© Aurélien Cubeddu @aurelienstudioEl mar, omnipresente
La vivienda, dentro de un bloque de apartamentos de los años 60 famoso por su lujo y tranquilidad, se encontraba en su estado original cuando los creativos recibieron el encargo. ¿Su principal ventaja? La apertura hacia el puerto «donde se ven los barcos ir y venir», algo que sirvió de inspiración al dúo Bodino. Tras rediseñar por completo la distribución para hacerla más fluida, se propusieron diseñar un refugio íntimo y acogedor, haciendo hincapié en los materiales nobles como el roble y el travertino e inspirándose en la luz y la calidez de las atmósferas mediterráneas.
En la cocina, abierta al salón, el mármol reviste las paredes y encimeras y se prolonga hasta los zócalos. Para atenuar la dureza del material, los hermanos han diseñado muebles de formas suaves, como la isla y el falso techo que delimita la zona, guiños a las curvas de los transatlánticos de antaño. Al fin y al cabo, esto es Cannes, y las embarcaciones nunca están lejos. «Incluso cuando te duchas, puedes ver el mar», afirma riendo el dúo.
El salón está decorado en tonos arenosos y soleados. La mesa de centro es de PR Living, el sofá Camaleonda de Mario Bellini para B&B Italia es el protagonista de la estancia, delante, taburetes Berger-Méribel de Charlotte Perriand para Cassina. La araña de latón antiguo es de Paul Matter. En la pared, cinco cuadros de Gaultier Rimbault-Joffard reflejan los tonos elegidos para vestir la habitación. Como accesorios encontramos jarrones de Maison Sarah Lavoine, una bandeja de nogal de Michael Verheyden y mantas personalizadas.
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La cocina, diseñada por Denis Bodino en travertino y roble, recuerda a un transatlántico, con la isla y el falso techo redondeados. La mesa de mortex del comedor, que sigue las mismas líneas, fue realizada a medida, alrededor, sillas Pigreco de Tobia Scarpa tapizadas con telas de Bisson Bruneel. Un plato de vidrio de Louise Roe, y cerámica de Mate, rematan la escena.
© Aurélien Cubeddu @aurelienstudioTonos suaves y materiales nobles
Aunque las vistas al mar guían el descubrimiento del espacio como una brújula, la continuidad de los materiales es también un importante hilo conductor del proyecto. La cal y el travertino se utilizan en la suite principal, que se ha diseñado totalmente a medida para que parezca la habitación de un hotel. La alfombra redondeada añade suavidad a la habitación, ya introducida por la iluminación tenue, la luz tamizada por los textiles y los reflejos de las mesillas de mármol. El cuarto de baño contiguo también adopta los códigos del mar, con un suelo de parqué de teca tipo “cubierta de barco”, cuyo color más intenso contrasta armoniosamente con el roble claro, presente hasta el suelo de la terraza.