Apenas acaba de empezar y la temporada del Casademont Zaragoza coge desde este miércoles otra velocidad, la que da participar en competiciones europeas. El conjunto zaragozano da el pistoletazo de salida a su cuarta participación en la FIBA Europe Cup, la tercera consecutiva, en el grupo H frente a un viejo conocido, el Falco Szombathely (20.00 horas), el gran dominador de la Liga húngara en el último lustro.

El sueño, anhelo, objetivo, meta o como quiera llamarse del club aragonés no es otro que pelear por el título, esto es, disputar la final a finales de abril de 2026. Y aunque ese destino parezca ahora demasiado lejano en el tiempo, la realidad es que empieza a conseguirse desde este mismo miércoles. Con el sistema de competición actual, cada duelo cobra la máxima importancia y el Casademont no puede fallar en casa si quiere ir avanzando.

En esta primera fase regular hay 40 equipos repartidos en diez grupos de cuatro y solo 16 acceden a la segunda ronda, los diez mejores y los seis mejores segundos. Esos 16 clasificados se repartirán en cuatro grupos de cuatro y los dos mejores accederán a los cuartos de final. Todas las eliminatorias, cuartos, semifinales y final, se disputan a ida y vuelta.

Así las cosas, cada partido cuenta, y mucho, para el resultado final. Bien lo sabe el propio Casademont, al que errores en los primeros compases impidieron tener un camino mejor en los cursos precedentes, en los que cayó en los cuartos de final en ambos casos.

El equipo aragonés ha comenzado la Liga con una buena dinámica de juego y sensaciones a pesar de la derrota del fin de semana en Badalona y ahora quiere extender su forma de hacer las cosas a Europa. Jesús Ramírez tiene una sola baja segura, la del lesionado Sadik Kabaca, pero debe tomar una decisión importante porque para cumplir con los cinco jugadores de formación local que exige la FIBA en cada partido tendrá que llamar a un jugador del U22 y dejar fuera a otro del primer equipo.

La primera plantilla cuenta con Yusta, González, Langarita y Fernández como cupos, por lo que necesita uno más. En el entrenamiento de ayer participaron Youssouf Traoré y Carlos Alías, si bien el técnico ya explicó que cada día contará con dos jugadores del nuevo equipo filial. En Europa están inscritos Traoré, Moreno y Faye.

Enfrente tendrá al Falco, club fundado en 1980 que ha ganado seis títulos de Liga, cuatro de ellos en los últimos cinco años, siendo subcampeón el curso pasado. Además ha conquistado dos Copas y una Supercopa y participa en competiciones europeas desde 2019, siempre en la Champions hasta este curso que ha caído en la previa y jugará la FEC.

Llega invicto en la competición doméstica después de cuatro jornadas y con un viejo conocido en sus filas, Zoltan Perl, que tuvo un breve paso por el Estudiantes. Perl, natural del mismo Szombathely, se formó en el club magiar y a él regresó en dos ocasiones, la última en 2019 para liderar al equipo porque el escolta es la referencia ofensiva del Falco. Un equipo que anota una media de 88,75 puntos por partido y recibe 81,5.

El de este miércoles será el quinto enfrentamiento entre ambos equipos, ya que se vieron las caras en las Champions de las temporadas 2019-20 y 2020-21. De esos cuatro duelos previos el Casademont Zaragoza ganó tres y solo cayó en uno, el último disputado en Hungría. La victoria es fundamental para el conjunto aragonés no solo por jugar en casa sino porque después le esperan tres salidas consecutivas para enfrentarse a los otros dos rivales del grupo, Anorthosis y Bakken Bears antes de devolver la visita a Szombathely y cerrar el grupo en Zaragoza.