El sucesor del Miura 1, el primer cohete cien por cien español, será lanzado desde el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa, durante el primer trimestre de 2026. El Miura 5, un gigante reutilizable de 70 toneladas de peso y una altura … equiparable a la de un edificio de 11 plantas, ha sido desarrollado por la empresa PLD Space en su fábrica de Elche (Alicante) en un plazo récord de dos años. Al primer vuelo le seguirá un segundo previsto para el tercer trimestre de 2026. Ambos serán de prueba y llevarán carga experimental de agencias espaciales e instituciones.
«Miura 5 es el cohete que se ha desarrollado más rápido en la Historia», afirma Ezequiel Sánchez, presidente ejecutivo de PLD Space, en buena parte porque el 70% de su tecnología es heredada de su predecesor. Eso sí, dejará a Miura 1, de solo 2,5 toneladas, como un juguete. Actualmente se encuentra en fase de validación y calificación de todos sus subsistemas: motores, estructuras, aviónica, sistemas de separación y cofia. «El diseño crítico (CDR) está totalmente definido», dice.
Cada uno de los cinco motores del nuevo lanzador tiene 150.000 caballos de potencia. Y su factura es novedosa en la industria espacial: «Está hecho con una única plancha, secreto industrial nuestro. Y lleva el mismo aluminio con el que se fabricó el cohete con el que el hombre llegó a la Luna, el Saturno V. Decían que no se podía soldar, pero lo hicimos. Otro secreto industrial. Nos da una estabilidad estructural muy relevante en los tanques», describe Sánchez.
En las instalaciones de PLD Space en el aeropuerto de Teruel, el mayor centro privado de ensayos de lanzadores de Europa, se llevan al límite las estructuras para ver los elementos de tensión y comprobar sus puntos débiles. Por ejemplo, para poner a prueba la tecnología de cómo se separan las dos etapas del cohete, que no llevaba el Miura 1. Incluso han congelado las piedras con un ensayo destructivo con criogenia a -200ºC que empuja hasta el estrés de rotura el tanque de oxígeno. Durante los ensayos, «hemos tenido tres o cuatro explosiones de componentes del motor, pero eso es lo normal», confiesa el presidente ejecutivo. Mejor en tierra que en el aire. Spectrum, el primer cohete orbital alemán, se estrellaba en marzo en el mar 30 segundos después de su lanzamiento desde el puerto espacial Andoya de Noruega en el Ártico.
Si todo va como está previsto, a finales del próximo enero el Miura 5 se enviará en tres contenedores a Kourou, donde se realizará la integración. PLD Space es la primera empresa privada que se instala en el espaciopuerto europeo, abierto a petición de la Agencia Espacial Europea (ESA) para usos comerciales (la mitad del puerto es francés). «Hace seis semanas esto era selva. Los franceses están alucinados a la velocidad a la que estamos trabajando», asegura.
‘Un gol de Señor’
La compañía no ha desvelado los detalles de esa primera misión, pero, a grandes rasgos y si nada se complica, será como sigue: una vez lanzado el cohete, sus dos etapas se separarán a unos 150 km de altura. La primera caerá al mar con un paracaídas y se recuperará desde un barco cerca de la costa. Mientras, la segunda volará a 24.000 km por hora alrededor de la Tierra en la órbita en la que tiene que dejar el satélite. «El objetivo de estas primeras pruebas no es reutilizar el cohete, es demostrar que la tecnología funciona, que el cohete tenga el empuje suficiente para que vuele, que se produzca la separación de las etapas e inyectar la segunda en la órbita específica que queremos. Si conseguimos eso, es ‘un gol de Señor’, un hito importante», sostiene Sánchez. La carga garantizada es de 540 kilos, pero en los siguientes vuelos esperan llevar aún más. «Nuestro objetivo es realizar 30 lanzamientos anuales en un plazo de cinco años », afirma.
Miura 1 fue lanzado desde El Arenosillo (Huelva) en octubre de 2023. Alcanzó los 50 km de altura para después precipitarse en el Atlántico, donde se hundió de una sola pieza y no pudo ser recuperado. A pesar de eso, la compañía lo consideró un éxito si precedentes: habían fabricado un cohete desde cero y habían conseguido lanzarlo. «Dos años después, nadie ha logrado hacer lo mismo en Europa», subraya el presidente.
Llegar a Marte
En la actualidad, la compañía puede producir en sus instalaciones de 18.400 metros cuadrados en Elche los primeros seis cohetes y 60 motores TEPREL-C . Este año han fabricado tres. Pero se les queda corto. Sánchez ha anunciado que, para producir en serie crearán en la provincia una factoría cinco veces más grande, de unos 50.000 metros cuadrados en una primera fase, con la ambición de llegar a 100.000. «Será la más relevante en Europa, porque tendrá integrados todos los procesos», describe. A partir de 2028, fabricarán allí una treintena de estos lanzadores al año. Al tiempo, se embarcarán en Miura Next, la próxima generación de lanzadores reutilizables con una capacidad de carga de más de 20 toneladas. También está prevista Lince, una cápsula tripulada para viajar a la Luna.
«Nuestro objetivo es favorecer el transporte de cualquier carga a cualquier órbita, ya sea la órbita geoestacionaria, la Estación Espacial Internacional, la Luna o Marte. Para eso crearemos no uno ni dos, sino una familia de lanzadores. Solo China y EE.UU. tienen esa ambición», ha subrayado el presidente ejecutivo.
Además, PLD Space también operará desde dos nuevos espaciopuertos: uno en Omán, cuyo acuerdo ya está cerrado, y otro en algún punto del Sudeste Asiático, para convertirse en un operador global. «América está muy cubierta por SpaceX (la compañía aeroespacial de Elon Musk) y nos interesa cubrir esa demanda», señala.
La compañía ya ha comenzado la fase de comercialización del Miura 5, con varias reservas de lanzamiento cerradas. El primer vuelo comercial, previsto para el primer trimestre de 2027, llevará carga de D-Orbit, una empresa aeroespacial privada con sede en Italia y el único cliente que se ha hecho público. Pero a día de hoy, PLD Space cuenta con una cartera de 980 millones de euros en pedidos precomerciales, es decir, de potenciales clientes que han manifestado su interés en cerrar un contrato en el futuro. «No los queremos convertir en contratos hasta demostrar nuestra capacidad de lanzamiento», sostiene.
El grueso de la demanda es comercial, aunque también han demostrado interés instituciones, universidades y agencias espaciales, como la europea, para experimentos y misiones científicas, además de ministerios de Defensa internacionales. El 65% de los interesados proceden de Europa; el 10% de América, 15% de Asia y otro tanto de Oriente Medio. Sánchez cree que los servicios de defensa serán aún más importantes en el futuro si son capaces de dar una «respuesta rápida», por ejemplo, la capacidad de colocar en 48 horas un satélite en una zona de conflicto.
PLD Space, fundada en 2011, es el sueño de Raúl Torres, actual director de lanzamiento, y Raúl Verdú, responsable de Desarrollo de Negocios, que volaban cohetes como hobby mientras estudiaban en la universidad. Ahora, la firma cuenta con más de 170 millones en financiación y cerca de 400 socios clave. Además, cerrará a finales de este año una ronda de financiación en la que captará alrededor de 130 millones de euros y prevé alcanzar el ‘break even’, es decir, que su negocio empiece a ser rentable, a finales de 2027.
«El espacio será el nuevo dominio de poder del siglo XXI», asegura Ezequiel Sánchez. «Es una industria muy grande que no vemos. Solo nos percatamos de ella cuando los cohetes explotan, pero es mayor que la del coche eléctrico. Hay escasez de lanzadores y tenemos que aprovechar la oportunidad».