Miércoles, 15 de octubre 2025, 08:11

‘Cuco’ Ziganda vivió los inicios de Sabino Padilla en el Athletic. El delantero navarro se deshace en elogios hacia el famoso médico, que estuvo vinculado a la entidad rojiblanca durante una década, desde finales de los 90 hasta el año 2007.

Padilla, según relata Ziganda en el podcast ‘Los fulanos’, fue un «descubrimiento» y supuso un punto de inflexión para el club. «Cuando yo llegué no era una buena época (para el Athletic), se mimaba más al jugador», cuenta. «Luego el fútbol va evolucionando y tuve la suerte de que me tocó el fichaje, entre comillas, de Sabino Padilla. Era un médico que nos cambió la mentalidad de la alimentación, del descanso y la recuperación, de lo que es ser profesional 24 horas al día… Eso es un paso que el club va dando».

El Athletic ya había vivido un cambio «más estricto» con la llegada de Heynckes en 1992, explica Ziganda, pero fue Padilla quien revolucionó por completo al vestuario. «Entonces se comía el día del partido y te metías unos homenajes de solomillo y de pasta… Lo primero que hizo Sabino es quitarme siete kilos así que fíjate lo que me sobraba. Nos limó mucho», desvela el navarro.


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Ziganda cuenta que él siempre tuvo «cultura de comer». «Cuanto más comía, mejor», llegó a pensar. Mucha culpa tenía el pelotari navarro Julián Lajos, con el que ‘Cuco’ guardaba buena relación: «Me decía que ‘si quieres jugar al fútbol durante muchos años tienes que comer buen pescado y buena chuleta’. Y le hacía caso».

Aquello se cortó con Padilla. «Sabino era un avanzado de la época. Cuando llegó dejamos de ir a asadores, donde daban buena chuleta, y empezamos a ir a arrocerías a comer paellas. E íbamos durante toda la semana. Nos enseñó a comer, a hidratarnos, a diferenciar el día de fiesta y el día de entreno… En definitiva, nos educó», apunta. «Para nosotros fue un descubrimiento. Íbamos a Lezama y nos metíamos una merluza a la koxkera con almejas antes del partido como unos campeones. Con su botella de faustino primero… Cuando llegó Sabino se echaba las manos a la cabeza».

Sabino Padilla se dio a conocer en el deporte de élite de la mano de Miguel Indurain, al que le llevaba la preparación física. También trabajó para Martín Fiz, campeón de Europa de maratón en 1994 y campeón del Mundo de maratón en 1995, antes de llegar al Athletic, donde permaneció una década.

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