El juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente ha acordado este miércoles mantener las medidas cautelares exsitentes que pesan contra el exministro José Luis Ábalos y no se ha decantado así por enviarle a prisión provisional tal y como pedían las acusaciones populares. Además, … ha decidido no imponerle fianza.

Sigue así el criterio del Ministerio Público que en la vistilla para decidir sobre este extremo ha indicado que, si bien los indicios contra él se han visto reforzados tras el informe patrimonial elaborado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, no existe riesgo fuga habida cuenta que el investigado es diputado.

No obstante, resalta el juez en su auto, recogido por ABC, que «no es ajeno al natural estupor que produce« que Ábalos, sobre el que »gravitan tan consistentes indicios de la eventual comisión de muy graves delitos estrechamente relacionados además con el viciado ejercicio de la función pública« siga manteniendo durante la instrucción el escaño de diputado.

«Ejerce a la vez las altas funciones que corresponden a un miembro del Congreso de los Diputado (entre ellas, el control de la acción del Gobierno y la aprobación de normas con rango de ley)», puntualiza, para luego añadir que este hecho «es un buen motivo para la reflexión».

El juez, en su resolución analiza los requisitos por los que se pueden acordar la prisión de un investigado, y respecto al riesgo de reiteración delictiva y el de alteración de fuentes de prueba, descarta que concurran en este momento.

Riesgo de fuga creciente

En cambio, sobre el riesgo de fuga coincide con el fiscal jefe Anticorrupción, Alejandro Luzón, en que concurre un riesgo cierto, aunque no lo suficientemente intenso, de que el investigado pueda sustraerse a la acción de la justicia.

«Es verdad que el señor Ábalos Meco ha podido disponer de cantidades importantes de dinero opaco, tal vez en metálico, tal vez depositados en cuentas de terceros que hasta el momento no han sido halladas, así como de ciertos contactos y vínculos internacionales«, indica, pero matiza aque la existencia de dicho riesgo de fuga, sin embargo, »ha sido conjurada hasta el momento con las medidas cautelares que tiene vigentes».

Recalca que esa posibilidad de que Ábalos acabe fugándose será creciente «conforme el conjunto de indicios de la posible comisión de graves delitos, sancionados con penas privativas de libertad muy significativas se robustece; y conforme también se aproxima la fecha de celebración del juicio oral, lo que, acaso, pudiera justificar, como sugirió el fiscal en su informe, la adopción de medidas cautelares más gravosas« en el futuro.

Cabe recordar que en el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se apuntaba que tenía una fuente de ingresos desconocida por medio de la cual abonaba gastos personales. «Los indicios apuntan a la presunta existencia de una fuente de ingresos no declarada -efectivo-», recalcaba.

Fue el pasado 20 de febrero cuando el magistrado acordó la retirada del pasaporte y le prohibió salir de España. Este miércoles las acusaciones populares (a excepción de Adade) han pedido la prisión provisional incondicional o subsidiariamente la prisión eludible bajo fianza de 650.000 euros.

«Esto no es el Congreso»

Ante el juez, Ábalos ha señalado que se encuentra en una situación de indefensión y que por eso no declara. El exministro ha tenido un rifirrafe con el magistrado Leopoldo Puente dado que el primero ha insistido en explicar por qué estaba en indefensión. El magistrado le ha acabado señalando que «esto no es el Congreso» y le ha conminado a que dijera solo si declararía o no, según fuentes consultadas por ABC presentes en la comparecencia.

La comparecencia del exministros socialista ha durado unos 40 minutos. Ábalos llegó al alto tribunal con bastante antelación a su citación -a las diez de la mañana-, solo y en taxi.