La desaparición de un cuadro de Pablo Picasso que debía ser trasladado de Madrid a un museo de Granada está rodeado de incógnitas. La denuncia … la interpuso la Fundación CajaGranada, destino final del mismo, y el caso está siendo investigado por la Policía Nacional. Fuentes cercanas al caso indican que se están revisando tanto las cámaras de seguridad del museo granadino como del almacén de Madrid donde se depositaron antes de su traslado. En este sentido, surgen dos preguntas fundamentales.
La primera sería por qué los trabajadores de la empresa que transportó las obras hicieron noche en Deifontes. Fuentes de la Fundación CajaGranada señalan que esa decisión no estaba pactada, y más teniendo en cuenta que en el furgón se trasladaban creaciones por valor de varios millones de euros. La Policía deberá aclarar este punto a través de los testimonios de los implicados y las pruebas recogidas.
Por otro lado, las mismas fuentes recalcan que, tal y como comprobaron las comisarias durante la preparación de los cuadros en Madrid, al Picasso se le asignó el número 15. Una vez que se embaló, ninguna señal en el exterior indicaba que ese era un cuadro del pintor malagueño. Al parecer, no estaba nombrado por fuera. La obra extraviada mida 12,7×9,8 centímetros, por lo que es de tamaño pequeño. No era, ni mucho menos, el de más valor de los que iban en aquel furgón.