El reestreno inmaculado del Attica 21 Hotels OAR en División de Honor Plata tiene muchos protagonistas, muchas patas que sostienen a un equipo que ha regresado por la puerta grande al pedestal del que cayó hace casi 20 años. Pocos han sido tan fundamentales como los hombres encargados de frustrar a los atacantes rivales: Álex Conde y Álex Malid. El primero fue un pilar robusto del ascenso la temporada pasada. El segundo, procede de un Eivissa al que el equipo coruñés visita este fin de semana y ha aportado en San Francisco Javier un extra de solidez. Con ellos no pasa ni el viento hacia la portería de Mijuskovic.

«La defensa es clave para competir en un partido de balonmano, ya no digo para ganarlo. Somos de los menos goleados en la liga y, eso, se nota en los resultados», resalta Álex Malid. El OAR mira con satisfacción la tabla de la categoría de plata, en la que ocupa la tercera posición en la clasificación, aupado, en buena medida, por su zaga. Ha encajado 132 goles, el tercer mejor dato de la liga por detrás de Agustinos y Puerto Sagunto.

Álex Conde ya fue un puntal en la defensa que el curso pasado consiguió el ascenso a Plata, donde ya cuenta con una experiencia contrastada. «Tiro mucho de vídeo para estudiar al rival. Los equipos tienen más variedad. Para gente grande, como yo, hay rivales que también son de mayor tamaño, no tan bajitos y escurridizos como nos ocurría el año pasado», revela el pivote vigués, que se siente beneficiado al cubrir a rivales con más recursos y capacidades, pese a que la exigencia es mayor.

Aunque la defensa es la clave de este OAR, rechazan colmarse ellos de méritos y hablan del trabajo grupal. «En defensa, las piezas tienen que moverse como un engranaje», apunta Conde. «Nosotros somos el centro de la defensa, pero esto no lo consiguen dos personas, sino las seis que estamos en la pista y otros tantos que están fuera», añade Malid.

Ambos coinciden al señalar que el éxito del OAR no es fruto de la casualidad, sino del esfuerzo colectivo. «Somos un recién ascendido con trampa. Bastantes tenemos experiencia en esta liga e, incluso, en categorías superiores y en selecciones absolutas», resalta Álex Malid. Tanto él como su tocayo reiteran el «trabajo duro en defensa» en el que insiste Nando González en los entrenamientos y en los partidos. «Estoy convencido de que somos uno de los equipos de la liga que más entrena», asevera Conde.

Prohibido rendirse

El esfuerzo es un factor irrenunciable y la defensa, una virtud sobre la que crecer. No obstante, los dos jugadores del OAR señalan lo importante que ha sido para el equipo no rendirse en ningún partido: «No bajamos los brazos e intentamos competir los 60 minutos sin importar el marcador. Por eso nuestro preparador físico nos ha hecho estar como unos toros. Vamos a muerte y se nota», explica Álex Malid. Conde lleva más allá esa garra: «El equipo se viene abajo en algunos momentos, pero es capaz de remontar. Pasó contra Málaga y Soria, pero también en la fase de ascenso», recuerda.

El OAR funciona en la pista, donde aún no ha perdido en esta liga, pero también fuera, en un vestuario que ya parece una familia. «Soy un recién llegado, pero, desde el primero al último del equipo, son personas maravillosas. Te rompes la cara por el de al lado», asegura Malid, que destaca la cohesión del plantel fuera del balonmano. Conde, además, celebra el crecimiento del club que «cada vez hay más niños en la base».