Desde que Julia Roberts se convirtió en madre tras casarse con el director de fotografía Danny Moder en 2002, ha hecho siempre lo posible por blindar la privacidad de sus tres hijos: los gemelos Hazel y Phinnaeus (nacidos en 2004); y Henry (nacido en 2007).

Roberts ha hablado públicamente sobre ellos en muy contadas ocasiones, pero ahora, cuando todos son ya mayores de edad, ha hecho una pequeña excepción durante la promoción de su nueva película, Caza de brujas (After the Hunt), dirigida por Luca Guadagnino y por la que podría volver a aspirar al Oscar (se estrena en cines este 17 de octubre).

No ha desvelado detalles íntimos sobre ellos, por supuesto, pero en varias entrevistas que ha concedido sí que ha explicado lo que siente al tener que enfrentarse por primera vez al síndrome del nido vacío después de que su hijo menor, Henry, haya dejado atrás el hogar familiar hace solo unas semanas para empezar su vida universitaria.

Julia Roberts en el Festival de Cine de Londres el pasado 11 de octubre

Julia Roberts en el Festival de Cine de Londres el pasado 11 de octubreDave Benett/Getty Images

«¿En algún momento tu marido te ha encontrado en la habitación de tu hija, dando vueltas lentamente y llorando sola?», le preguntó el presentador Stephen Colbert en su late-night.

“No sé si llorar ahora es el mejor punto de partida para nuestra entrevista”, le contestó ella en tono de broma. «Ha sido divertido, la verdad. Y también es delicioso. Mis hijos… sé que todos piensan que sus hijos son geniales, bueno, yo creo que mis hijos son geniales. Me encanta estar con ellos y pasar tiempo con ellos. Por suerte, hemos tenido muchas visitas a lo largo de este camino hacia el nido vacío».

Durante otra reciente aparición en el podcast Smartless, que conducen los actores Jason Bateman, Will Arnett y Sean Hayes, Julia Roberts volvió a tocar el tema y explicó que la mejor receta para sobrellevar ese vacío es seguir profundamente enamorada de su marido.

“Cuando los niños se marchan, si te das la vuelta [hacia tu pareja] y piensas: ¿Y tú por qué sigues aquí? Ahí es cuando tienes problemas”, dijo. “Él es mi mejor amigo, pero también el único hombre al que quiero besar. La combinación de esas dos cosas es… uf… Mi vida podría haber descarrilado de 100 diferentes maneras en los últimos 25 años si no hubiera encontrado a mi persona”.