El periódico británico The Daily Telegraph, fundado en 1855 y que vende más de 300.000 ejemplares diarios, se ha referido con cinco rotundas palabras a Morante de La Puebla, que se ha retirado hace pocos días como una de las figuras más influyentes del toreo según los expertos.
Por ejemplo, la Feria del Toro de Pamplona ha asegurado que «su figura es imprescindible para entender la tauromaquia contemporánea» y Antonio Lorca, especialista de tauromaquia de El País, ha destacado su «aureola de figura histórica».
En su artículo, el periodista el Telegraph Cristóbal Howse dice que «las corridas de toros son para los españoles lo que el Brexit es para los británicos: impensables para los extranjeros, más populares entre los sectores mayores y menos educados de la sociedad y reflejo de una manera inexplicable de la psique de la nación».
Dicho eso, el autor asegura que Morante de La Puebla es un matador de toros «inmensamente popular» y afirma de hecho que es «el Nigel Farage del toreo«: «En la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, con capacidad para 23.000 espectadores, se cortó la coleta».
El periodista dice que los toreros «llevan un sombrero peculiar y un traje extravagante y brillante»: «La única parte sensata de su atuendo son las herraduras, que pueden ser útiles cuando el toro embiste».
«Una ceremonia ritual, no un deporte»
El Telegraph explica en este sentido que «las corridas de toros son una ceremonia ritual, no un deporte» y prueba de ello es que «las noticias sobre corridas de toros no aparecen en las páginas deportivas de los periódicos españoles, sino en las de cultura».
«Nunca he ido a una corrida de toros. Sé que no me gustaría. Pero cabe destacar que los bares con fotografías en blanco y negro de matadores pálidos de mediados del siglo XX son los que tienen mejor ambiente», señala el autor.
«Los Ernest Urtasuns de este mundo»
Dicho eso, el artículo da un giro radical y dice que «en Inglaterra hay diferentes señales de un buen pub, muy distintas de las fotos de toreros»: «Pero si buscáramos un pasatiempo que defina a Gran Bretaña, creo que es la jardinería. Millones de personas la practican de forma orgánica; es decir, integrada en la vida, sin una lista de procedimientos obligatorios».
«Si los Ernest Urtasuns de este mundo vienen a por nuestra cultura, atacarán la jardinería. Quizás nuestras pilas de compost no sean lo suficientemente verdes», reflexiona el periodista.