El tren desde Madrid ha llegado puntual esta tarde de jueves 16 de octubre. Cantidad de viajeros se han apeado en el andén de Pamplona y muchos se han sorprendido a ver un grupo de gente que miraba hacia los vagones con insistencia. Le esperaban a ella, a Paula Ostiz, la campeona del mundo júnior de ciclismo que llegaba a casa con cuatro medallas en sus maletas: tres oros y una plata.
Casi dos meses después la ciclista pamplonesa de 18 años ha regresado a su casa. Lo ha hecho con los títulos de campeona del mundo júnior en ruta, subcampeona del mundo de contrarreloj, campeona de Europa de ruta y también de contrarreloj. Su madre Jessica Taco ha sido una de las primeras en abrazarle. Ella ha llegado arrastrando una maleta y con dos mochilas en sus hombros.
Enseguida, uno de los vecinos conocido de su familia Josu Hernández ha entonado una jota, cuya letra ha escrito y dedicado a Paula Ostiz. Una vez fuera de la estación dos jóvenes vecinas han bailado un aurresku, y la campeona ha atendido todas aquellas peticiones de fotografías y firma de autógrafos que le han requerido.