Dos años y medio después de que las subidas de tipos golpearan de lleno a Silicon Valley Bank y obligaran a su rescate, desatando una onda expansiva que hizo temblar al sector bancario, este jueves ha vuelto a aparecer un conato de incendio. Dos bancos regionales, Zions Bancorp y Western Alliance, han sacudido hoy a Wall Street tras revelar grandes pérdidas en sus cuentas. Las dos firmas han sufrido un desplome que ha arrastrado al S&P 500, tras ver cómo dos fondos a los que habían prestado más de 150 millones de dólares han incurrido en irregularidades y no pueden devolver el dinero.
La crisis de la banca regional de 2023 todavía está presente, o al menos, así lo parece en el ánimo de los inversores. Wall Street ha dado un giro en la sesión de este jueves y el S&P ha llegado a caer más del 1,1% en la sesión, contagiado por el desplome de los bancos regionales. Poco antes del cierre las pérdidas se han moderado, hasta el entorno del 0,7%, pero el selectivo bancario continúa sufriendo las consecuencias de las pérdidas que han anunciado las dos entidades en problemas.
El índice SPDR cae, pocas horas antes del cierre de la bolsa norteamericana, un 6%, después de dejarse un 2,25% el miércoles, y cerrar, el viernes de la semana pasada, con caídas del 4,38%. La crisis de Zions Bancorp y de Western Alliance se ha contagiado al resto del sector, desatando los temores de los inversores por la posibilidad de que haya más problemas en los bancos regionales: de 148 bancos que conforman el índice, sólo uno se salva de las pérdidas este jueves, y más de 80 bancos del índice caen más de un 5% en el día. Por su parte, las dos entidades afectadas pierden en torno al 10% en bolsa este jueves.
La caída de Zions y de Western Alliance están relacionadas. Ambos bancos dieron préstamos a dos fondos de inversión que, según las demandas que han interpuesto contra ellos, cometieron fraude. Zions, a través de su subsidiara California Bank & Trust, prestó más de 60 millones de dólares en los años 2016 y 2017 a estos dos fondos, para que comprasen hipotecas problemáticas, según la demanda, a la que ha tenido acceso la agencia Bloomberg.
Por su parte, Western Alliance, que también ha demandado a sus prestatarios, les prestó casi 100 millones de dólares. En el caso de Zions, prestó el dinero con la condición de ser un prestamista de «primera prioridad», es decir, que recibiría su dinero, o los colaterales, en primer lugar. Sin embargo, tras investigar, el banco ha encontrado que muchos de estos colaterales se habían transferido a otras entidades, algo similar a lo que le ha ocurrido a Western Alliance.
Una vez se ha desvelado el problema, las acciones de los dos bancos han reaccionado y han contagiado al resto del selectivo bancario, pero, si la situación no va a más, todo apunta a que la crisis quedará como una anécdota. Steve Sosnick, de Interactive Brokers, explica a la agencia Bloomberg que «hasta ahora, esto parece aislado a dos bancos regionales. Aunque tengan un tamaño similar al de Silicon Valley Bank, que generó una crisis hace 2 años y medio, cuando quebró, hasta ahora no hay nada que indique que pueda haber una crisis sistémica», señala el experto.
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