Poco importa que el currículum rebose experiencia o que apenas muestre unos párrafos breves en la élite europea. Todo entrenador que toma las riendas del … Baskonia debe adaptarse a la exigencia interna de un club que intercala la ambición con la necesidad de lograr la máxima optimización de las piezas disponibles. A estas alturas, es una realidad que conoce Paolo Galbiati, que afronta su primera crisis seria desde su llegada al banquillo azulgrana.

No es que hasta el momento todo haya sido un paseo, pero la realidad de los nulos resultados cosechados hasta el momento en la Euroliga, ninguna victoria y cuatro derrotas, y la acumulación de problemas médicos obligan al preparador italiano a buscar nuevas fórmulas para asentar la química de un equipo que se busca a sí mismo. Sin olvidar otro ingrediente clave; ganar partidos con cierta asiduidad, costumbre que no se aplica en un arranque de campaña con un balance global de 1-5. Tampoco da tregua el calendario. Este viernes llega el Partizan al Buesa Arena después de ceder en la cuarta jornada en la cancha del Madrid.

La atención se centra ahora en los partes médicos que puedan llegar al despacho de Galbiati. Tras la derrota ante el París Basketball, la plantilla azulgrana entrenó en la capital gala para viajar de vuelta a casa en horario vespertino. En el pasaje, dos contusionados, Trent Forrest y Markus Howard, que se perdieron completa la segunda parte del choque ante los galos. El base sufrió un pinchazo en la parte anterior del muslo izquierdo y el escolta un problema en un dedo de la mano izquierda.

De momento, no hay pronunciamiento público desde la entidad de Zurbano sobre el estado médico de los dos jugadores. Luego, queda la incógnita de Rodions Kurucs, dolorido en pie izquierdo, el mismo operado en verano, durante el choque ante el Madrid y que le impidió jugar en París.

Para la estructura azulgrana son demasiados problemas físicos. Y más cuando no se cuenta con una plantilla de talla XXL y ciertos recambios dejan dudas. A la espera de más luz informativa, el riesgo de que Forrest puede causar baja durante los próximos encuentros es real mientras se pide turno para la realización de pruebas médicas. Además, la disponibilidad de Kurucs sigue siendo una incógnita y el de Markus Howard es un problema a resolver más allá de su situación médica.

La principal arma anotadora exterior y el triplista más acreditado en un perímetro sin grandes francotiradores no mete. Ni con un defensor encima ni en lanzamientos liberados. Ni un triple de quince intentos en los tres últimos encuentros. En su intento de aplicar un estilo de alta efervescencia anotadora y producción triplista, Galbiati tiene un problema serio con el pronunciado bache que atraviesa Howard.

A la espera de diagnóstico

La posible baja del base estadounidense abre una compleja encrucijada para el preparador azulgrana

Pero el panorama puede agravarse de perder a Forrest, lo que dejaría a Markquis Nowell como base principal. El último en llegar a la disciplina azulgrana ha mostrado una buena capacidad de adaptación, pero también paga ciertos peajes defensivos dada la limitación física que imponen sus 170 centímetros de altura.

Pero la incertidumbre llega ante las opciones para dar descanso al timonel de Harlem. Rafa Villar aspiraba a ser el tercer base y posible recambio ante contingencias físicas, pero el protagonismo que ha mostrado hasta el momento no le coloca en un puesto alto entre las preferencias de Galbiati. El jugador catalán acumula seis minutos y medio en los dos encuentros de ACB y tres en los cuatro choques continentales jugados hasta el momento. Casi invisible.

Relevos

Las lesiones golpean una plantilla que no es larga y con algunos recambios que generan dudas

Matteo Spagnolo, con un perfil bajo en el descorche de campaña, también puede ser una alternativa de urgencia en el puesto de base. El perímetro deberá juntar líneas para sellar grietas y mantener el ritmo alto que desea Galbiati. Más esfuerzo repartido entre menos efectivos mientras se cruza los dedos por que jugadores de corte físico como Luwawu-Cabarrot o Hamidou Diallo mantengan su buen tono y Tadas Sedekerskis mejore también sus registros triplistas.

Un rompecabezas todavía por ordenar que también requiere de más brazos en el juego interior, con Diakite en pleno camino hacia una versión más reconocible, dependiente de Samanic, con Khalifa Diop relegado a un ostracismo del que no salió hasta el último cuarto en París y sin un papel claro para Clement Frisch.