La segunda exposición de Las Edades del Hombre en Zamora, «EsperanZa» apuesta por una selección minuciosa de obras firmadas por una nómina de autores de primera fila, como El Greco, Salzillo, Juan de Juni, Gregorio Fernández, Diego de Siloé, Zurbarán, Velázquez, Goya, Picasso, Venancio Blanco, Eduardo Barrón o Pablo Gargallo.
La propuesta expositiva conjuga obras antiguas, la más vetusta data del siglo XI, con contemporáneos que hasta ahora no se habían exhibido en Las Edades del Hombre.

Grandes tesoros artísticos de «Esperanza»
«EsperanZa» se dividen en un preludio, que se localiza en la iglesia de San Cipriano, y tres momentos que se ubican en la Catedral de El Salvador y que llevan por nombre «Pasión», «Resurrección» y «Misión».
San Cipriano
El templo románico concentra ocho piezas procedentes de seis diócesis de la región hasta el próximo mes de abril. Son creaciones que tiene como hilo conductor «los sentimientos y sensaciones» asociadas a la temática de la muestra.
La bienvenida la dan dos impresionantes alegorías, la Fe y la Esperanza, de Gregorio Fernández que miran hacia el pasado, hacia una singular cruz patriarcal de entorno a los siglos XI-XII de San Esteban de Gormaz en Soria, y también hacia el futuro. Un devenir que preside una gran cruz de luz suspendida que invita a la reflexión.

Grandes tesoros artísticos de «Esperanza»
Tras el madero se encuentran un lienzo de El Greco procedente de Valladolid, una pieza de alabastro de la Real Cartuja de Miraflores de Gil de Siloé, una obra de Vasco de la Zarza o el conjunto pétreo de la Anunciación, de principios del siglo XIV, procedente de la Colegiata de Toro que por primera vez se exhibe en público, según explicó el comisario científico de «EsperanZa», Sergio Pérez Martín.
Catedral
En la segunda sede de «EsperanZa», en la seo, el recorrido de «Pasión» comienza con arte contemporáneo.
Un tríptico de Antonio Pedrero que refleja la vida en el campo contrasta con tres obras de Satur Vizán, unidas en una, que aluden al individualismo de la ciudad y una sociedad azotada por, entre otros problemas, la baja natalidad con alusiones a la maternidad, ejemplificada, entre otras obras, en un bronce de Baltasar Lobo.

Grandes tesoros artísticos de «Esperanza»
La esperanza de la nueva vida frente al desconsuelo que transmite un impresionante tondo de Ele Pozas, efectuado este año. Ese cuadro enlaza con un lienzo de grandes dimensiones de Ángel Luis Iglesias.
El primer movimiento concluye en una sala bautizada como «vacío» en alusión al sinsentido más profundo del que surgen las preguntas más existenciales a las que el discurso cristiano da respuestas.

Grandes tesoros artísticos de «Esperanza»
El siguiente ámbito recorre la historia del sufrimiento a causa de Cristo a través de piezas de martirios, como el de San Sebastián pintado por Zurbarán, procedente de Lisboa, una cabeza de San Juan Bautista de Juan de Juni o un grupo de santas mujeres de Gregorio Fernández y su taller junto a la Dolorosa de Francisco Salzillo.
La pieza venida desde Lorquí, en Murcia, da paso a un interesante encuentro entre esculturas de Diego de Siloé. Dos de este autor y una tercera de Felipe Bigarny, cedidas por la Catedral de Burgos, dialogan con el Cristo de las Injurias, casi a oscuras y situado muy cerca del espectador.

Grandes tesoros artísticos de «Esperanza»
La pasión de Cristo está materializada en un conjunto de relieves del taller de Nottingham del siglo XV de alabastro policromado, venidos de Lugo. El calvario de bronce de Tomás Crespo Riveraprecede a un yacente de Gregorio Fernández «tallado completamente» precisó el comisario científico, Sergio Pérez Martín.
Bajo la denominación de «Resurrección» figura un impresionante Cristo de Venancio Blanco sin policromar que parece que vuelve a la vida, localizado bajo el cimborrio, y rodeado, entre otras obras, por un óleo de Juan de Flandes que ha viajado desde Palencia.

La obra de Pablo Picasso. / J.L. Fernández
En este punto del discurso Las Edades del Hombre ha integrado el coro del primer templo diocesano, que está abierto, donde han colocado un Resucitado que habitualmente se encuentra en una capilla de la seo, así como obras alusivas a los sacramentos, como un impresionante tríptico del bautismo de Cristo venido de la diócesis lusa de Santarém.
El tercer movimiento, «Bienaventurados seréis», reúne cuatro capiteles románicos de las diócesis de Soria y Burgos que condensan la iconografía de «cómo se entendió el paraíso en la Edad Media». Tras ellos una instalación del sepulcro vacío que invita a mantener la esperanza.

Grandes tesoros artísticos de «Esperanza»
El último capítulo de la exposición, «Misión», presenta tres anunciaciones: un altorrelieve de Juan de Badajoz el Viejo de la Catedral, otra de El Greco y una tercera pintada por un joven Pablo Picasso.
Estas tres creaciones ocupan la capilla de San Bernardo, mientras que en la capilla de San Ildefonso o del cardenal, donde puede contemplarse las tablas de Fernando Gallego y en las hornacinas los grupos escultóricos tallados por Juan de Montejo, se exhiben un extraordinario bronce titulado «Gran profeta» de Pablo Gargallo o un báculo de Pedro II de hacia 1300 que apareció, años atrás, al destaparse uno de los lucillos sepulcrales de la seo.
La difusión de la palabra tiene espacio en la muestra mediante esculturas de los padres de la Iglesia Latina, representados en cuatro obras de Francisco de Goya, pintadas en plena madurez del autor y traídas desde Aragón, que dialogan con los doctores de la Iglesia occidental de Morales del Vino.

Una cruz guía. / J.L. Fernández
«Amén» representa la recta final de la exposición y bajo este nombre figuran una pintura de Berruguete de la capilla real de Granada o una Inmaculada pintada por un joven Diego de Velázquez.
A su vuelta, el público puede descubrir al Cristo de la paciencia de Nicolás Salzillo o bien un gigante cuadro de Teresa Peña que culmina en el Cristo en majestad rodado de santos del primer templo diocesano.
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