De los matadores de toros que en las últimas temporadas hayan destacado, sobre todo en Sevilla y Madrid, figura el sevillano Pablo Aguado quien, por su manera de torear y su estilo, venía a ser el más directo rival de Morante de la Puebla. Pura escuela sevillana, de arte y ensueño sobre todo con el percal. Tiene treinta y cuatro años, es universitario (algo no habitual entre sus colegas) y lleva una vida sentimental oculta que no se ha desvelado del todo en las revistas del corazón. Sencillamente porque su pareja no aparece a su lado en público y se ven en privado.
Pero ¿quién es esa supuesta misteriosa novia del diestro? Se llama Pilar Prado, es hija del que fuera presidente de Endesa Borja Prado, nieta de Manuel Prado y Colón de Carvajal, que estuvo muy relacionado con don Juan Carlos de Borbón, en calidad de administrador y consejero de sus finanzas.
Pilar ronda los treinta años y ya ha pasado varias temporadas en Londres, y ahora reside en Madrid, pero no pierde de vista su ganadería Torrealta, de las más conocidas, cuyas reses pastan en Medina Sidonia (Cádiz). Precisamente conoció a Pablo Aguado en un tentadero, en la finca de ella, «El Toñadejo». Eso ocurrió hace alrededor de tres años. Y desde entonces, ambos se han mostrado mutua amistad y simpatía, hasta llegar al otoño del pasado año, cuando de una manera oficiosa se supo que salían juntos, procuraban hacerlo en lugares comunes, con amigos de su entorno, pero eludiendo fiestas o eventos taurinos en los que sólo él estaba presente. Tampoco ella ha sido vista en alguna corrida en la que hiciera el paseíllo Pablo.
Las especulaciones prosiguen, pero de ese entorno de la pareja se ha podido saber que, aunque ni Pablo ni Pilar quieran declarar que son novios, salta a la vista para quienes los conocen, que se quieren y, si no se tuerce la relación, más temprano que tarde podrá saberse si deciden pasar por la vicaría.
De Pablo Aguado, podemos decir que pertenece a una familia sevillana muy conocida, que se lleva muy bien con la de Pilar Prado. El padre del torero es hermano mayor del Rocío de Triana. Y él, que cursó estudios de Administración y Dirección de Empresas, llegó tarde al toreo, cuando ya contaba veintiséis años. Alto, de buena presencia, derrama salero con el capote y dominio con la muleta. Admirador de Pepín Martín Vázquez (a través de vídeos de aquel primoroso matador) y de Curro Romero, al que una tarde brindó un toro. La alternativa la recibió en la Maestranza, de manos de Enrique Ponce, con Talavante como testigo. Ha triunfado en las plazas más importantes, tanto la de Sevilla como la madrileña Monumental. Y esta temporada ha aumentado el número de festejos toreados. En su palmarés no se olvida la tarde del 10 de mayo de 2019 en la Feria de Sevilla cuando cortó cuatro orejas a sus dos toros saliendo en hombros por la Puerta del Príncipe. Y ahora que termina la temporada ha aprovechado para viajar a Bruselas y participar en un acto donde explicó los pormenores de nuestra fiesta nacional.