El exnúmero 1 del ránking ATP, Andre Agassi, fue un referente para muchos jóvenes que vieron al norteamericano vencer en las pistas y conseguir hasta 60 títulos a lo largo de 20 años de carrera que le convirtieron en uno de los mejores de siempre.
Convertirse en referente para tanta gente solamente se consigue con una carrera constante a base de trabajo y sacrificio, de dejar de lado muchas cosas para priorizar el entrenamiento o la puesta a punto física. No obstante, la aparición de Carlos Alcaraz ha recordado al mundo que se puede ser persona a la vez que deportista de élite y lo necesario que es desconectar del tenis para dar el 100% en los momentos necesarios.

Andre Agassi durante su etapa profesional. / ·
En una entrevista en 2014, Agassi reflexionaba precisamente sobre cómo es la vida de un deportista de máximo nivel y cómo muchas veces no están preparados para terminar la carrera porque se avecina un mundo completamente nuevo para personas que se pasan gran parte de su juventud preparándose para competir.
«La vida del atleta… Hay muchas filosofías y si miramos el porcentaje de éxito en cualquier deporte y si vemos cuántos pueden vivir de una carrera, sin lesiones y pudiéndose retirar… te pasas un tercio de la vida sin estando preparándote para los otros dos tercios de vida«, reflexionaba el extenista al ser preguntado sobre si le gustaría que sus hijos jugaran al tenis como él de mayores.

Agassi y Rafa, en un partido de exhibición en 2010 / EFE
Agassi no negaba que le gustaría «porque es un deporte muy noble«, aunque tiene claro lo difícil que es mantener una vida en el punto más alto de la ola durante todo el tiempo.
Pese a que muchas veces la gente pone a los deportistas profesionales en un pedestal, los miedos e inseguridades existen y pueden ser perjudiciales porque pueden generar ansiedad: «Esperas que si llegas a tener éxito nadie te lo arrebate, y cuando logras triunfar y cuidar tu dinero para seguir con tu vida muchos piensan que se las acaba la vida cuando se retiran«, apuntaba el estadounidense.

Andre Agassi saludando a Pete Sampras tras un partido de exhibición / ·
El extenista expone una realidad que afecta a muchos profesionales después del retiro, aunque también es aplicable a la vida de las personas normales que se dedican a sectores más allá del deporte y que al jubilarse sienten un vacío existencial muy grande en su interior, sin saber cómo llenar el tiempo que antaño ocupaban con el trabajo.
Sin embargo, en estos casos la experiencia suele vivirse a una edad avanzada, con 65 años o más, mientras que en el deporte de élite puede pasar bastante más joven. Por eso, Agassi piensa que «hay mucho que aprender en el camino, pero también en todos los caminos por eso pensar en ser atleta o deportista profesional no es una buena idea«, sentenciaba entonces.
Como ejemplo de lo que exponía el extenista, existen numerosos casos de jugadores de NBA que se han arruinado después de retirarse dado que no han sabido adaptarse a la nueva realidad. El caso más flagrante reciente es el del excompañero de LeBron James, Delonte West, quien sufre de problemas mentales y nunca supo gestionar la vida más allá de las canchas, por lo que actualmente vive en la calle de la limosna de sus excompañeros y seguidores que le reconocen.