La Euroliga es mucha Euroliga. Tanto costó estar en ella y tan apasionante es que, al contrario que para casi cualquier equipo deportivo, el fin de semana parece para el Casademont Zaragoza la zona valle entre las elevadas montañas que supone la competición europea. Pero lo cierto es que la Liga no para y las de Cantero quieren mantener su estatus de invictas en ella en su visita (12.30) al Gernika.

El choque presenta ciertas similitudes con el que afrontaron las aragonesas el domingo pasado ante el Leganés. Porque el nivel medio de la Liga Endesa sube cada año y cualquier despiste o síntoma de relajación pueden costar una derrota. De momento, el Casademont salvó sin problemas el escollo de las madrileñas e intentará repetir resultado en tierras vascas.

Enfrente estará un Gernika que, al igual que el conjunto aragonés, también está disputando competición europea. En su caso, la Eurocup, donde el pasado miércoles cayó derrotado ante el NKA Pecs. Con un día menos de descanso afrontarán el choque las de Cantero, aunque no le ocurrirá como en otras ocasiones cuando un equipo tiene una semana entera para tratar de tenderles una emboscada que finalice en derrota.

Eso mismo es lo que le sucedió la pasada campaña al Casademont en el Pabellón de Deportes de Maloste. El Gernika consiguió dar la sorpresa en una de las numerosas salidas en las que las de Cantero fallaron. Para volver a repetir hazaña, las vascas cuentan con un bloque compacto en el que ninguna jugadora sobresale sobremanera, pero en el que varias pueden ser decisivas si tienen su día. Nombres como Westerik, Olaeta, Bessoir, Brown o Castedo son los que amenazan a un Casademont que seguirá contando con la única baja de Nerea Hermosa, que espera ansiosa el alta competitiva para poder ayudar a sus compañeras.

Por lo demás, habrá que ver cómo ha afectado a las aragonesas la derrota en el crucial encuentro del pasado jueves ante el Venezia. Recuperarse del primer golpe serio de la temporada (la derrota en Brno no cuenta porque se resolvió a las mil maravillas) será el objetivo de un Casademont al que, por el momento, las cosas le estaban saliendo a pedir de boca. Además del propio partido ante el Gernika, sumar buenas sensaciones se antoja clave antes de visitar el miércoles al Mersin en otro duelo capital.