Sufrió de lo lindo la SD Compostela para ganar un partido que se le puso muy de cara, pero en el que terminó pidiendo la hora ante el ímpetu de un valiente Lugo B. El cuadro compostelano encarriló el encuentro gracias a su efectividad en ataque, reflejada en los goles de Armental, Maceira y Parapar, aunque vio tambalear el triunfo en los compases finales. Finalmente, supo resistir para sumar los tres puntos, mantener el invicto y afianzarse en el liderato
El filial lucense llegaba a San Lázaro como tercer clasificado e inmerso en una gran dinámica de resultados. Con Aday Alcalde, máximo goleador de la competición, e Ibe Doumbouya como referencias ofensivas, el cuadro de Dani Galán apostó por una propuesta valiente desde un inicio con el objetivo de incomodar al máximo el juego rival. Ante esto, Secho decidió cambiar el planteamiento, alineando una línea de tres defensas formada por Diego Rodríguez, Pablo Crespo y Damián Noya. En el medio, Diego Uzal, Mateo Arellano y Goris fueron los encargados de sostener al equipo, mientras que el técnico sonense repitió elección en el trío de mediapuntas, con Armental, Parapar y Guisande. En la delantera, Maceira fue titular ante su exequipo.
La constante lluvia que azotó Santiago durante la jornada del domingo dejó un terreno de juego rápido que favoreció a las transiciones de ambos equipos. Tras unos primeros compases de tanteo mutuo, el Compos tomó la iniciativa y consiguió intimidar a la sólida defensa albivermella gracias a los destellos de sus hombres de calidad. Primero fue Armental, el cual consiguió desbordar a Noah, lateral derecho rival, por banda izquierda, provocando la primera tarjeta amarilla del encuentro. Después fue el turno de Parapar, que, tras un gran pase de Cobo, tuvo la oportunidad de encarar la portería sin marca alguna pero no acertó en la conducción del balón.
Primer cuarto de hora sin ocasiones donde la nota negativa la dejó Antón Guisande. El atacante pontevedrés, que venía siendo un fijo para su entrenador, se vio obligado a pedir el cambio debido a un problema físico. Oportunidad para Pablo Porrúa, el cual apenas había tenido protagonismo en partidos anteriores.
Después del cambio, el Lugo B se apoderó del juego, inhabilitando la presión picheleira con grandes combinaciones. Las buenas sensaciones visitantes se tradujeron rápidamente en oportunidades de gol. Una buena salida de balón por parte de los lucenses acabó en los pies de Aday Alcalde, que remató con calidad al palo largo, pero apareció Cobo para evitar el gol. El Compos se aferró a su portero, el cual volvió a ser decisivo, momentos después al detener un remate a quemarropa de Ibe.
El atrevimiento y descaro del joven equipo lucense sorprendió a una esedé que se sostuvo gracias a las intervenciones de su guardameta. Las tuvo el Lugo B, no acertó y el líder no perdonó. A falta de poco menos de diez minutos para alcanzar el descanso, Porrúa recibió el balón, atrajo la atención de dos defensores y abrió el juego para Diego, que puso un centro preciso al segundo palo, donde apareció la cabeza de Armental para abrir la lata.
No terminaba de creérselo el filial lucense cuando en el descuento del primer acto el Compos volvió a castigar la imprecisión de su rival. Un desbarajuste defensivo permitió al cuadro compostelano armar un contraataque que finalizó Maceira. El delantero recortó dos veces dentro del área y, tras aprovechar el rechace de su propio tiro después de la parada de Mateo, hizo el segundo y completó la famosa ‘ley del ex’. De esta forma, descanso en San Lázaro. El Lugo B pagaba muy caro sus pecados de juventud ante un Compos letal en ataque.
Tras la reanudación, el conjunto local volvió a asumir el mando del partido y a punto estuvo de poner más tierra de por medio. Primeros compases de segundo tiempo y Parapar consiguió desbordar por banda derecha. El jugador de Labañou completó una jugada que levantó a una grada de San Lázaro que ya cantaba el gol cuando apareció de forma providencial la cabeza de Tomás para evitar el 3-0.
Insistía el conjunto blanquiazul. Maceira tuvo el segundo para su cuenta particular tras un robo a Mateo, pero no logró acertar en la definición. La insistencia picheleira volvió a provocar indecisión en la defensa rival a la hora de defender un contragolpe, algo que aprovechó Goris para plantarse en el área, donde fue objeto de falta. Al igual que frente al Gran Peña, Parapar resolvió el penalti con delicadeza y calma, definiendo a su lado derecho.
El tercero sonó a sentencia, pero el descaro de la juventud lucense se transformó en una temprana reacción. Inmediatamente después del tercero y tras una pérdida de Arellano, Samu conectó un disparo cruzado desde dentro del área para recortar diferencias y añadir emoción a los últimos 20 minutos de encuentro.
El tanto hizo tambalear la aparente solidez del cuadro local, que se vio abrumado ante la crecida de los visitantes. Frente al ímpetu albivermello, Secho dio entrada a Quico, un central más, en busca de defender mejor el área. Por su parte, el Lugo B dio un paso hacia adelante con el objetivo de meterse en el partido y, de forma merecida, lo logró. De nuevo una pérdida local, esta vez de Porrúa, permitió a Aday e Ibe, los jugadores más peligrosos del filial lucense, conectar para generar una gran jugada que terminó en penalti. Cobo arrolló al ‘9’ cuando este pretendía regatearlo. El mismo Ibe transformó la pena máxima en el minuto 83.
Presos de la motivación, los jugadores del cuadro visitante se lanzaron al ataque en busca de una oportunidad para lograr el empate, al tiempo que el Compos cedía espacios. Los constantes envíos al área metieron el miedo en el cuerpo a un conjunto blanquiazul que se libró por muy poco en varias ocasiones. A duras penas y con mucho sufrimiento, el Compostela defendió el resultado y selló una importantísima victoria ante su gente.