«Si quieres que nada cambie, crea una comisión». Esta máxima es la que parece haber aplicado el Gobierno de Argelia en su reunión, hoy, con el ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, una cita que era clave para tratar de frenar el espectacular … aumento de llegadas de inmigrantes irregulares desde ese país e intentar que al menos admita el retorno de los que llegan a las costas de Baleares y Almería. Marlaska se ha reunido con el titular de Interior, las Colectividades Locales y de Transporte, Said Sayoud, con quien se ha comprometido a reforzar la lucha contra el tráfico de personas, «para ser más eficaces en este desafío compartido», y ya por la tarde mantuvo un encuentro con con el presidente de Argelia y ministro de Defensa, Abdelmajid Tebboune.
«Debemos seguir trabajando conjuntamente y coordinar nuestros esfuerzos y capacidades para hacer frente al creciente fenómeno de las redes criminales, que además de traficar con personas, arriesgando sus vidas, han incrementado la vinculación al narcotráfico», ha manifestado el ministro español.
La misión de Marlaska era muy complicada porque tras el giro sobre el Sahara decidido por Pedro Sánchez las autoridades argelinas decidieron castigar al Gobierno español con una mayor permisividad en las salida de embarcaciones con inmigrantes irregulares con destino a España. Los argelinos, que aceptaron mantener el suministro de gas, decidieron sin embargo responder al Ejecutivo en una materia que sabían que tiene un alto potencial desestabilizador.
El comunicado sobre la visita del Ministerio del Interior no recoge novedad sustancial alguna respecto a la situación actual, más allá de que los ministros de los dos países se han comprometido a relanzar el acuerdo de retorno de 2002. «Una comisión técnica mixta analizará si es necesario su actualización para ser más efectivo«, ha anunciado Marlaska sin ser más preciso, en lo que supone un reconocimiento de que las cosas no funcionan en las relaciones entre los dos países en esta materia clave.
Como no podía ser de otra manera, en la nota el ministro español soslaya los problemas, muy serios, que hay con Argelia en la lucha contra la inmigración irregular, y destaca en cambio la condición de «socio clave» del país africano. También ha agradecido el trabajo de las Fuerzas de Seguridad argelinas, que durante 2024 interceptaron 30.000 salidas ilegales, «evitando miles de muertes en largas travesías marítimas».
Es cierto que hay un canal de comunicación entre la policías española y argelina, y que ésta ha hecho con esas informaciones recibidas desde nuestro país operaciones relevantes. Pero no lo es menos que en Argelia hay una tolerancia mucho mayor que antes a la salida de las embarcaciones y que no se admiten devoluciones, lo que unido a otras circunstancias ha hecho que esta ruta de inmigración se dispare más de un 70 por ciento respecto a 2024, alcanzando ya más de 6.000 llegadas en lo que llevamos de año.
Cooperación policial clave
Durante el encuentro, los titulares de Interior han coincidido en la importancia de «intensificar» el intercambio de información entre los servicios de seguridad encargados de investigar el crimen organizado, además de compartir protocolos de trabajo e impulsar la detección de documentación falsa.
A cambio de la colaboración argelina el ministro ha ofrecido colaboración en materia de seguridad vial -en la delegación española estuvo el director de la DGT, Pere Navarro-, reactivar la cooperación en materia de protección civil y emergencias, en el marco del Acuerdo Administrativo de Cooperación Científica y Tecnológica en esta materia suscrito entre ambos países en enero de 2013, y recuperar el Programa de Cooperación entre Escuelas Nacionales de Protección Civil firmado en 2018.
Además de Marlaska y Navarro, la delegación española ha estado formada por la directora general de Relaciones Internacionales y Extranjería, Elena Garzón; la directora general de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones; el director general de Tráfico, Pere Navarro; el comisario general de Extranjería y Documentación, comisario principal Julián Ávila, y el jefe del Mando de Fronteras y Policía Marítima de la Guardia Civil, teniente general Manuel Navarrete.
La visita de este lunes es la cuarta de Grande-Marlaska a Argelia, después de los viajes oficiales realizados por el ministro del Interior en julio de 2018, noviembre de 2019 y agosto de 2020.