El casting para elegir al nuevo entrenador del Real Zaragoza ha ido menguando hasta dejar un nombre propio en primera línea: Rubén Sellés. Antes, en la terna manejada por la dirección deportiva aparecieron Rubén Albés, Miguel Álvarez o Abelardo Fernández —este último, más por ofrecimientos que por una voluntad real del club—. En el imaginario popular siempre asomó JIM, pero la propiedad no ha contemplado su regreso, según publicó SPORTARAGÓN.

El Periódico de Aragón fue el primero en apuntar la pista de una elección inminente por parte del Real Zaragoza y dando nombre y apellido. El nombre de Sellés parece ya prácticamente definitivo, a la espera del anuncio oficial. En La Ciudad Deportiva se notó desde primera hora: a las 7:30 las luces estaban encendidas y el aparcamiento, con mucho movimiento. El Zaragoza ya ha escrito el nombre de su próximo técnico.

Un perfil con sello internacional… y sin pedigrí en España

Para buena parte del zaragocismo, Sellés es un desconocido. Y ahí nace el debate: apuesta arriesgada, sin trayectoria en el fútbol profesional español ni huellas en Segunda. Su prestigio se ha forjado fuera: Dinamarca, Grecia, Rusia, Azerbaiyán y Noruega como estaciones de formación y asistencias técnicas; y, sobre todo, Inglaterra, donde pasó de ayudante de Nathan Jones a tomar el mando del Southampton en la recta final de la 22/23. Después Reading, Hull City y Sheffield United completan un currículum que destila método, orden y alta exigencia física, pero que llega por contrastar en un contexto como el de LaLiga Hypermotion.

La metodología moderna es su carta de presentación: presión alta, equipos protagonistas sin balón, ritmo vertical y balón parado trabajado al detalle. Sellés ha convivido con economías de guerra, inestabilidades institucionales y plantillas jóvenes. Virtudes que convencen a la directiva… aunque no unifican a la grada de salida.

La elección del entrenador, recalcan desde dentro, no está ligada a movimientos inmediatos de plantilla, aunque sí a una redefinición de roles y a elevar la competencia desde el primer día.

Contrato encarrilado y una llegada a contrarreloj

El técnico, en Valencia, aguarda el aviso para viajar a Zaragoza y recoger el testigo tras las salidas de Emilio Larraz y Gabi. La hoja de ruta pasa por un vínculo hasta final de temporada y una campaña más condicionada a objetivos, con la permanencia como misión innegociable.

Según informa El Periódico de Aragón, la operación llega de la mano de Pepe Monar (agencia EMG), intermediario con vínculos previos con el club. Monar participó en el fichaje de Sinan Bakis en 2023 —procedente del Andorra y con la carta de libertad—, una apuesta que no cuajó y cuya salida en enero se contempla tras su cesión al Górnik.