Este lunes, Y ahora Sonsoles trató un tema muy actual: la dificultad que tienen los jóvenes para comprar una vivienda y la creciente tendencia de transformar antiguos locales comerciales en viviendas.

Uno de esos casos fue el de Jacinto, invitado del programa, quien explicó cómo había adquirido el recinto que antes albergaba la pollería de su barrio por 100.000 euros, para transformarlo en su hogar tras una completa reforma. 

La conversación se desarrollaba con total tranquilidad hasta que Sonsoles Ónega formuló una pregunta aparentemente inocente: «¿Con licencia de habitabilidad, no?».

Bastó la expresión petrificada de Jacinto para que la presentadora entendiera, de inmediato, el aprieto en el que lo había metido. Con una sonrisa nerviosa, trató de enmendar su comentario: «Ay, no, perdón. Ya me he metido en un jardín que no me tenía que entrar».

La también escritora intentó reconducir el momento con un rápido «em, sí, con célula de habitabilidad», mientras los colaboradores contenían la risa y trataban de disimular la incomodidad.