
Sienna Miller posaba así de contenta en el prado de flores silvestres delante de su casita de campo.© Simon Upton | Estilismo: Sara Mathers
Sienna Miller vende su cottage inglés del siglo XVI por más de 2 millones de euros
Tras dos décadas como feliz propietaria, la actriz Sienna Miller ha decidido despedirse de su encantadora casa de campo en la campiña inglesa. Rodeada de flores silvestres y con un tradicional techo de paja, esta vivienda del siglo XVI se vende, según publica Mansion Global, por unos 2.2 millones de euros.
Miller adquirió la propiedad en 2004, cuando buscaba un refugio lejos del foco mediático. “Era una etapa en la que la prensa seguía cada uno de mis pasos”, contaba la actriz a Architectural Digest Estados Unidos durante una visita a la casa en 2022. “La compré por impulso, porque sentí que podía ser mi refugio. Quería un lugar donde reunirme con mi familia y amigos. Tiene una energía cálida, es una casa con alma”. El cottage cuenta con alrededor de 185 m2, cuatro habitaciones, cuatro baños y un cobertizo reconvertido en alojamiento para invitados. Durante más de una década dejó el interior tal y como se lo encontró, y fue durante la pandemia cuando quiso darle la vuelta, sabiendo perfectamente a quién debía recurrir. “Quería una casa ‘Gaby”, dice, refiriéndose a su amiga Gaby Dellal, directora de cine y teatro, que estuvo encantada de hacerse cargo del proyecto. La idea de Dellal era reformar una casa para ‘vivirla’ en vez de que pareciera una galería de arte, que concentrase su alegría, la de su hija Marlowe y la de todos los suyos.

John, el lurcher gris de Sienna, sentado bajo una pérgola construida por Nic Skinner y una mesa cubierta con mantel de Petersham Nurseries.
© Simon Upton | Estilismo: Sara MathersUna transformación con alma
Se tiraron abajo los suelos, las ventanas y los techos; se eligió meticulosamente hasta el último detalle. “Me fijé en todo, hasta en cada pomo y bisagra, porque es Sienna y la quiero”, explica Dellal. El día que fue a ver su hogar terminado, llegó pronto, al amanecer, para comprobar que todo estaba en orden. «No podía creer el cambio; sabía que tenía un enorme potencial, pero al llegar y ver este prado enfrente lleno de flores silvestres, me puse a llorar», recuerda. “Y todo se logró en tiempo récord. Gaby es una verdadera artista. Todo cuenta una historia, como los armarios de la cocina, que se hicieron a partir de antiguos pupitres de colegio, hay un verdadero sentido del lugar: es un retiro artístico, pero nada lujoso».