Madrid

Aunque ha apelado la sentencia, mientras que la burocracia judicial se pone en marcha, el expresidente francés Nicolas Sarkozy ha entrado en la cárcel de La Santé, la más legendaria de Francia, ubicada en el distrito, al sur de París, de Montparnasse. Inaugurada en 1867 y famosa por sus 40 ejecuciones, la última en 1972, se cerró unos años para modernizarla y ya operativa alberga a 1.100 presos.

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Por allí han pasado ilustres figuras como el poeta Guillaume Apollinaire, un comerciante deshonesto como Jerome Kerviel o el colaborador nazi Maurice Papol. También el empresario, político y socialité Bernard Tapié y, más estrella todavía, Carlos el Chacal, uno de los mayores terroristas que han pasado por Francia. También el agente de modelos Jean-Luc Brunel. Muchos no les sonarán desde tierras ibéricas, pero los franceses, esos nombres, son parte de su historia.

Los presos prominentes o en riesgo generalmente son retenidos en la sala QB4 de la cárcel para «personas vulnerables», los llamados «cuartos VIP», en celdas individuales, no en las unidades habituales de tres personas, y se mantienen solos durante las actividades al aire libre por razones de seguridad.

Sarkozy estará recluido en la sala de aislamiento

Ubicado en el primer piso, el pabellón tiene 19 celdas idénticas y un patio de ejercicios dedicado para que los reclusos no estén obligados a mezclarse con otros prisioneros, aunque siguen sujetos a silbidos, burlas y fotos de teléfonos inteligentes de las celdas cercanas. Sarkozy estará recluido en la sala de aislamiento, que se encuentra en un ala separada. En realidad, las condiciones son muy parecidas a las de QB4: el expresidente estará solo en su celda y acompañado por un guardia cada vez que salga de ella. La celda donde está el expresidente tiene unos 10 metros cuadrados con cortinas diseñadas para limitar la comunicación, una cama, un escritorio pequeño, una ducha, un inodoro y un teléfono fijo con números pregrabados.

A Sarkozy se le servirán comidas regulares, pero también tendrá acceso a la cantina, donde puede comprar comida para prepararse, así como a un pequeño patio de ejercicios solitario, un gimnasio y la biblioteca. Puede alquilar una nevera por 7,50 euros al mes y un televisor por 14,15 euros.

Aparte de las tres visitas permitidas a la semana, la mayoría de las veces estará solo, un lujo en La Santé, que a pesar de su reciente renovación está operando a aproximadamente el doble de su capacidad prevista de 657 reclusos. Las cárceles de Francia son las terceras más superpobladas de la UE. Sarkozy, ha dicho que llevará consigo una biografía de Jesús y una copia de El conde de Montecristo, de Alejandro Dumas, en la que un hombre inocente es condenado a prisión, pero escapa para vengarse.