Continúa hablándose de la despedida de Morante de La Puebla en todos los medios y foros. Desde opiniones, crónicas de urgencias, mini biografías, recuerdos de sus más importantes triunfos…, hasta sacar a relucir la imagen de sus personas más queridas. También, estas semanas, ha sido muy mediática la figura de Pedro Marques, odontólogo portugués que en los últimos años se ha convertido en su mejor amigo, su apoderado y en quien ha depositado su máxima confianza.
Como no podía ser menos y ocurre siempre con la gente triunfadora, a Pedro no le han faltado enemigos desde que ha sido la persona más influyente del torero más importante del siglo XXI y uno de los más destacados de la historia. No han faltado, porque en un mundo tan dado a la zancadilla cualquier taurino hubiera sido feliz de estar ahí, de dirigir la carrera de un mito.
Conocí a Pedrito allá por 2010 en las Sanjoaninas de Angra da Heroísmo, la capital de Terceira, la más taurina de las Azores y con una gran feria. Entonces era un chaval muy aficionado que remataba los estudios de Odontología -hizo una magnífica tesis sobre las lesiones que sufrían los forçados en el maxilar inferior- y viajaba por las ferias para ver a Morante, de quien se había hecho amigo, primero a través de las redes sociales y después conocía en Sevillana en abril de 1996. Simpático y con ganas de comerse el mundo, Pedro gozaba del aprecio de los toreros portugueses, desde Víctor Mendes, o Rui Bento, que era el empresario de esa feria. Pero su gran amigo era el malogrado Antonio Morgado, el compadre de Rui Bento y que era empresario taurino de varias plazas lusas, además de apoderado.
Desde entonces siempre fue una persona afectuosa y atenta, muy interesado por conocer más la Tauromaquia y adentrarse en las grutas de su historia. Mientras era frecuente verlo en cualquier plaza que torease Morante, a la par que empezaba a ser conocido por toda la gente del toreo, desde las máximas figuras o aficionados, sin olvidar a las empresas, más aún cuando era sabido que Pedro era tan cercano al maestro cigarrero.
Poco tiempo después, Pedro Marques -conocido por la mayoría por Pedrito- ya era una persona de confianza que asistía a sus corridas desde el callejón, siempre muy cerca, hasta el punto de confiar en él las cuestiones más importantes y lograr, incluso, que se instalase en La Puebla del Río, donde montó una clínica dental en la que ejerció la profesión varios años. Pero Pedrito enseguida se metió de lleno a dirigir la carrera de Morante. Fue a partir de 2021, aunque antes ya manejase todos los hilos, para convertirse un binomio que ha funcionado perfectamente, hasta el punto de llegar ahí la gran época de Morante, los años que ha escrito las páginas más bellas de su historia y especialmente esta última temporada, consagrado desde la tierra en el olimpo de los dioses.
Y Pedro, lejos del taurineo clásico, ha sido ese amigo ideal que todos quieren tener. La persona que mejor conoce al coloso y sabedor hasta dónde podía llegar, quien supo estar en los durísimos momentos de la enfermedad para sacarlo adelante; espolearlo para dar lo mejor de sí y seguir escribiendo historia. O espantar tanta gente como se acerca a un torero y en la mayoría de las ocasiones son perjudiciales. Para un torero, cuya misión es dar lo mejor de sí en el ruedo, es fundamental que alguien así lo defienda y vele por su grandeza.
No es la primera figura que, ya consagrada dio este paso de confiar en alguien cercano. Ahora recuerdo a Diego Puerta, que lo hizo con un tío de mujer; a Manuel Benítez El Cordobés, con su cuñado Insúa y Paquito Ruiz, que era su peón de confianza; más recientemente a Espartaco con el periodista Rafael Moreno o José Tomás con el músico Salvador Boix. Sin embargo, Pedrito Marques, además, tenía ese carisma especial de los portugueses, con la educación y simpatía para tener amigos en todos los sitios, para caer bien (aunque no le falten enemigos fruto de la envidia).
Por eso Pedrito ha sido grande y pieza destacada para que Morante haya dado estos años los mejor. Algo que siempre le agradeceremos los aficionados a este portugués que se ha ganado el afecto de la mayoría.

