Escribir de Toledo siempre es una alegría especial para este cronista. Allá, en esa tierra siempre disfruté magníficos momentos el calor de una afición única, de ser lugar de origen de grandiosos diestros y de importantísimas ganaderías. Por eso, cada vez que volvemos a Toledo es hacerlo con la alegría de acudir a un encuentro con la pureza y un sentimiento especial.

De ahí que ahora, al leer el libro Bravo Toledano, de reciente publicación, se ha hecho con la misma pasión que cuando respiramos los aires de esa tierra, al tratarse de un magnífico libro que no debe faltar en la librería de ningún aficionado. Se trata de la gran obra escrita por un joven abogado y aficionado llamado Eduardo de la Rosa, tras un minucioso estudio, para conocer la cabaña ganadera en esta provincia, una de las más fecundas de España y que tantas páginas de gloria ha escrito a la Tauromaquia.

Más allá de los sobresalientes toreros surgidos en el solar toledano, desde el grandiosos Domingo Ortega -una de las cumbres de la historia-, Gregorio Sánchez, Pablo Lozano -y su dinastía-, Domingo Dominguín y sus hijos -entre ellos la gloria de Luis Miguel- vinculados siempre al pueblo de Quismondo; la raíz de Marcial Lalanda, Morenito de Talavera, Raúl Sánchez, El Niño de la Taurina… hasta llegar a los tiempos actuales donde Toledo tiene una magnifica representación de espadas con un Tomás Rufo en las ferias.

O la historia taurina riquísima de esa tierra, con sus corridas del Corpus en la capital, una de más señeras de la temporada; sin olvidar la histórica Talavera o a tantos festejos repartidos por la provincia -Consuegra, Bargas, Mora, Illescas, Torrijos, Madridejos…-, se une la enorme solera que atesora y cuna de magníficos aficionados. Por eso siempre es un placer volver a Toledo.

De ahí que Toledo sea una referencia, un lugar emblemático y cuna de importantes ganaderías que han protagonizado momentos tan destacados y quedan recogidos en este gran libro que no puede tener mejor título: Bravo Toledano. Estamos ante una obra que, en sus más de 400 páginas, hace un recorrido histórico de manera minuciosa y detallada de la historia ganadera de la provincia. Una historia tiene su origen a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, recogida desde el principio y hasta el final con un recorrido histórico por las ganaderías bravas y principales fincas dedicadas a la cría del toro de lidia en la provincia desde hace más de trescientos años.

Tiene un recorrido por las principales dehesas, junto a las principales familias con apellidos tan conocidos, todo ello acompañado de fotografías y un bello texto que invita a conocer y adentrarse por el tesoro del toro bravo de esta provincia. Sin duda, de una tierra con tanto mando y poder en el mundo del toro y que ha recogido de manera magistral Eduardo de la Rosa.