El balonmano salmantino ha brillado en la élite europea. Borja Gutiérrez, jugador del BM Salamanca, ha rozado el podio en la Copa de Europa de balonmano playa celebrada en Oporto, Portugal, logrando un meritorio cuarto puesto con el equipo danés Rodby. Por dicho motivo fue baja en el último choque de los de Martín Rechimón. Pero su hazaña no ha terminado ahí: su sobresaliente actuación defensiva le ha valido el reconocimiento como segundo mejor defensor del continente, un logro individual que consolida su estatus entre los grandes especialistas de esta disciplina.

La oportunidad de competir con un equipo de Dinamarca no ha sido fruto de la casualidad, sino del prestigio que Gutiérrez se ha forjado en el circuito europeo. Su trayectoria incluye un éxito rotundo el año anterior, cuando se proclamó campeón de Europa con el equipo portugués Tigres de Espinho. «A raíz de ahí, sigo jugando con el equipo portugués. El equipo portugués, finalmente, este año no clasifica para esta Champions, y el equipo danés sí», ha explicado el jugador salmantino. Su perfil y su rendimiento en competiciones anteriores llamaron la atención del Rodby, que no dudó en contactarle para reforzar su plantilla de cara al máximo torneo continental.

El proyecto del equipo danés presentaba una interesante mezcla de nacionalidades, un factor que, lejos de ser un obstáculo, se convirtió en una de sus fortalezas. La plantilla contaba con otros dos jugadores españoles, dos portugueses y un núcleo de balonmanistas daneses, todos bajo la dirección de un entrenador español. Esta combinación internacional generó una química excepcional desde el primer momento, superando todas las expectativas iniciales.

Un camino casi perfecto hacia las medallas

Pese a ser un equipo de nueva formación, el Rodby demostró una solidez y una ambición arrolladoras desde el inicio del campeonato. «Es verdad que desde el primer momento las cosas empiezan saliendo bien, ganamos todos los partidos de fase de grupos, pasamos como primeros a la main round», ha relatado Gutiérrez. Esta dinámica ganadora no se detuvo ahí, ya que en la siguiente fase, la ‘main round’, volvieron a imponerse en todos sus encuentros, lo que les permitió clasificarse como cabeza de serie para los cuartos de final.

El equipo superó la eliminatoria de cuartos sin grandes complicaciones, plantándose en la lucha por las medallas con la moral por las nubes y un historial impecable en el torneo. El sueño de alcanzar la final europea estaba a solo un paso, pero el destino les deparaba un enfrentamiento crucial y lleno de tensión en semifinales.

El rival a batir era el Nazaré, un conjunto al que ya habían derrotado en la fase de grupos. Sin embargo, la presión de una semifinal cambió por completo el guion del partido. «Es verdad que se nos complicó la primera parte, y conseguimos forzar al final los penaltis, y en los penaltis se nos acabó un poco la suerte«, ha lamentado el jugador. La tanda de penaltis dictó sentencia y apartó al Rodby de la gran final, un final amargo para una trayectoria que había sido prácticamente perfecta.

Reconocimiento individual al más alto nivel

A pesar de quedarse a las puertas, Borja Gutiérrez ha recibido uno de los mayores reconocimientos de su carrera. Su trabajo incansable en la retaguardia fue premiado con la nominación a mejor defensor de Europa, un galardón en el que finalmente ha quedado en segunda posición. El ganador fue el brasileño Thiago Jordan, una leyenda de este deporte.

Para Gutiérrez, compartir nominación con una figura de tal calibre ha sido un motivo de enorme orgullo. «Tengo el privilegio de que me nominan para mejor defensor de Europa, y quedo segundo por detrás de Thiago Jordan, que es defensor brasileño, que tiene mucha trayectoria y con el que yo ni me imaginaba que podía competir», ha confesado con humildad. Este subcampeonato individual no solo pone en valor su calidad, sino que también le sitúa definitivamente en el mapa de los mejores defensores del mundo.

Con la vista puesta en el futuro, el jugador del BM Salamanca se muestra optimista y con ganas de seguir compitiendo en la élite. La experiencia con el equipo danés ha sido inmejorable y no descarta volver a colaborar con ellos. «La experiencia con ellos es muy buena y el trato ha sido inmejorable», ha afirmado. Su objetivo es claro: «seguir buscando el modo de competir al máximo nivel», ya sea con el Rodby o con cualquier otro proyecto que le permita continuar codeándose con los mejores del balonmano playa europeo.