Mérida es más que una ciudad. Es un territorio de historia, de raíces profundas que dialogan entre lo sagrado y lo festivo, entre la devoción y el arte. En esta tierra donde el pueblo maya supo mirar al cielo y encontrar dioses en el sol, hoy la mirada se dirige al ruedo, a esa liturgia mestiza que se llama fiesta brava.

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La Plaza de Toros Monumental de Mérida, joya de la península y símbolo de identidad, abre un nuevo capítulo con la llegada de Caparica Representaciones, encabezada por Roberto Viezcas Mireles, ganadero, apoderado y ahora empresario, que ha decidido mirar al sur con respeto, grandeza y compromiso.

No se trata solo de dar toros: se trata de devolverle al pueblo de Yucatán el sentido original de su fiesta. Viezcas lo ha dicho con claridad: “no venimos a invadir, venimos a sumar”. Su apuesta es cultural: colocar al toro serio como eje, a la gente de Yucatán como alma, y a la tradición taurina como puente entre historia y porvenir.

Una plaza que es cultura viva

En Yucatán se celebran más de dos mil festejos taurinos al año. Cada pueblo, cada feria, se convierte en un escenario donde el toro es símbolo de respeto y fe. Los mayas lo entendieron en su culto a la fuerza, y los yucatecos lo reafirman hoy en cada paseíllo.

Por eso la Monumental de Mérida no es solo un coso taurino: es la catedral del toreo peninsular. Quien asume su dirección, como lo hace Viezcas Mireles, carga con una responsabilidad cultural que trasciende lo empresarial.

Roberto Viezcas lo asume con visión amplia. Rodearse de gente local, como Michele Lagraverey y Diana Peniche, habla de sensibilidad y respeto. La fiesta debe ser hecha por y para Mérida, generando empleos, oportunidades y sentido de pertenencia.

El cartel que marca un comienzo

El sábado 25 de octubre, la Monumental abrirá con una corrida de beneficencia para la Fundación Tócate. En el ruedo, Sergio Flores, Diego San Román y el joven Marcos Pérez lidiarán seis toros de Begoña, un encierro de categoría, símbolo de seriedad y respeto al toro bravo.

Este cartel no solo presenta una tarde más: representa un manifiesto. Es el regreso del compromiso y la autenticidad, el renacer de una plaza referente de México y orgullo de Yucatán.

El futuro: grandeza y unión

Viezcas insiste en que la fiesta necesita unidad. Su proyecto no busca competir, sino sumar. Propone un calendario con al menos cinco corridas, incluyendo la tradicional del 1 de enero y la de aniversario, fieles a la esencia meridana. Pero lo esencial está en el espíritu: dignificar la tauromaquia desde la cultura, el respeto y la seriedad.

Mérida, espejo del alma mexicana

La fiesta en Mérida no es una moda: es una expresión de identidad. En cada pase, en cada toro, en cada aplauso, se cruzan siglos de historia, mestizaje y fervor. La llegada de Roberto Viezcas y Caparica Representaciones es una buena noticia para el país taurino y una esperanza para la cultura viva de Yucatán.

Expectación y eco mediático: Mérida vuelve a sonar

Desde que se anunció el cartel inaugural, Mérida ha ocupado titulares en medios tradicionales y digitales. La llegada de Caparica Representaciones y el regreso de Sergio Flores, Diego San Román y Marcos Pérez encendió la conversación taurina, llenando radio, televisión y prensa especializada.

Las redes sociales reflejan esta expectación: aficionados de Yucatán, del interior de México y de España comparten fotografías, recuerdos y mensajes de apoyo a la Monumental. La campaña de comunicación ha sido sólida, poniendo a Mérida nuevamente en el mapa taurino nacional.

Más allá del marketing, se percibe una corriente de ilusión colectiva: la plaza volverá a brillar con luz propia, y la nueva empresa llega con orgullo local, seriedad y respeto por la cultura yucateca. El mensaje ha calado: “Mérida vuelve a ser noticia por lo que la hace única: su identidad y su fiesta”.