La portavoz del Grupo Parlamentario Junts per Catalunya en el Congreso, Míriam Nogueras, ha lanzado un aviso a navegantes durante su pregunta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la sesión de control de este miércoles: «Quizás habría que hablar menos de cambios de … horario y empezar a hablar de la hora del cambio». Sus palabras se han interpretado como una amenaza y un runrún se ha desatado en ese momento en el hemiciclo, especialmente en las bancadas de la derecha.

En una sesión de control donde Bildu se ha erigido en protagonista de una bronca entre el PP y el PSOE, con permiso de la corrupción, el tono de la independentista no ha pasado desapercibido. El Gobierno es plenamente consciente de que sin los siete votos de Junts no puede aprobar ninguna ley. Tampoco la de Presupuestos Generales del Estado, que un año más está fuera de plazo, pero que esta vez el Ejecutivo sí parece decidido a presentar, aunque sea para perderla.

Nogueras, en un tono más crítico al que había empleado en sus últimos careos con el presidente Sánchez, ha lamentado que como «ya no le sirve envolverse con la bandera palestina», ahora lo hace «con la del cambio de horario». Pero mientras, ha dicho, no se habla de lo que «le quita el sueño a los ciudadanos», como las cotizaciones de los autónomos, el drama de la vivienda, la ocupación ilegal o la multirreincidencia. De hecho, respecto a estos dos últimos asuntos, la diputada neoconvergente ha vuelto a reclamar al jefe del Ejecutivo que desbloquee las dos leyes de Junts sobre ambos temas, que esperan su tramitación en el Congreso.

Muy dura, ha criticado que se usen los impuestos para pagar «rescates a las estrellitas de la flotilla» o a «financiar partidos políticos». Enigmática, ha concluido: «Quizás habría que hablar menos de cambios de horario y empezar a hablar de la hora del cambio». En los pasillos y el patio de la Cámara Baja, su intervención se ha convertido en uno de los principales temas de conversación. Sánchez, sin entrar al trapo en su respuesta, se ha limitado a contestar que el debate sobre el cambio de horario es importante y que para su Gobierno la vivienda es una prioridad.

Ha sido después cuando fuentes de su Ejecutivo han llamado a desdramatizar la amenaza de Nogueras, que han rebajado a «un juego de palabras». Desde Junts, por contra, insisten en privado: «O cambian su forma de hacer política o van a cambiar las cosas». El problema, para los independentistas, es que la única manera de forzar un giro de timón pasa por apoyar una moción de censura liderada por el PP y que sí o sí necesitaría el respaldo de Vox. Una ecuación en la que, al menos mientras Carles Puigdemont siga prófugo, los separatistas no quieren entrar.

Entonces, ¿qué hará Junts? ¿Votar en contra de todas las iniciativas para bloquear la legislatura? «No podemos decir que vayamos a votar no a todo ahora mismo», responden en privado los neoconvergentes, pero insisten en que es importante que se entienda su mensaje porque están dispuestos a ir «paso a paso» y endurecer sus posiciones. «No estamos alarmados», asegura un miembro del Consejo de Ministros, para quien la intervención de Nogueras de este miércoles no supone una escalada respecto a anteriores ocasiones. «Es una frase redonda que va a entrar en el telediario y que ha cumplido con su objetivo», asevera otro.