Publicado
23/10/2025 – 11:00 CEST

La decisión de la Audiencia de Valencia supone un giro en la investigación judicial sobre la gestión de la DANA. En mayo, la jueza de Catarroja Nuria Ruiz había rechazado citar a Maribel Vilaplana como testigo, argumentando que su declaración «desplazaba sustancialmente» el objeto de la investigación hacia la actuación del presidente valenciano. La magistrada consideraba entonces que, al tratarse de un aforado que no es parte del procedimiento, indagar sobre la localización y actuación de Mazón durante ese día excedía el ámbito de la causa.

Sin embargo, el tribunal superior ha estimado ahora el recurso presentado por una acusación particular, determinando que la periodista puede «aportar información relevante» sobre el proceso de toma de decisiones durante las horas más críticas de la tragedia que asoló la provincia valenciana.

La carta que cambió el rumbo de la investigación

El factor determinante para el cambio de criterio ha sido la carta que la propia Vilaplana difundió en septiembre, documento que fue incorporado al procedimiento judicial. En esa misiva de tres páginas, la periodista rompía su silencio sobre aquella comida en el restaurante El Ventorro y ofrecía detalles sobre el comportamiento del presidente de la Generalitat durante el encuentro.

Según relató Vilaplana, Mazón «no le trasladó ninguna inquietud» durante el almuerzo, a pesar de que se produjera en plenas horas críticas de las inundaciones. «En un momento de la comida, el presidente empezó a recibir llamadas que interrumpieron nuestra conversación«, explicaba la periodista, quien aseguraba haber permanecido «completamente ajena a esas comunicaciones». Vilaplana insistía en que no preguntó, no participó ni conoció el contenido de aquellas llamadas, y que el presidente tampoco le transmitió preocupación alguna al respecto.

La declaración de Vilaplana se perfila ahora como una pieza clave para esclarecer la cronología y el conocimiento que tenía el presidente de la Generalitat sobre la evolución de la emergencia. Su testimonio podría arrojar luz sobre cuándo tuvo constancia Mazón de la gravedad de la situación y cómo gestionó la información que recibía mientras se encontraba en el restaurante, lejos del centro de coordinación de emergencias.

El juicio por la gestión de la DANA, que causó más de 200 muertos y daños materiales incalculables, continúa así su curso con un testimonio que promete ser uno de los más esperados del proceso judicial.