El Baskonia encara la sexta jornada de la Euroliga inédito en victorias, sin los lesionados Trent Forrest y Markus Howard ni Luka Samanic y con … la necesidad de abrir de una vez su cuenta de triunfos. Visita hoy la cancha del Estrella Roja con su nueva incorporación –Kobi Simmons– al timón y preparada para el estreno. «Es un gran penetrador, un creador de juego y jugador de ‘pick and roll’», definió ayer Paolo Galbiati antes del último entrenamiento en el Bakh previo al viaje a Belgrado.
La escuadra azulgrana completa una convocatoria de doce jugadores gracias a la inclusión del joven Stefan Joksimovic y el reenganche de Rodions Kurucs. «Ha entrenado muy bien», desgranó el técnico transalpino a modo de mensaje esperanzador para un equipo ahora limitado de efectivos y que hoy podría saludar como agua de mayo la participación del jugador letón.
El Baskonia necesita de todos los brazos posibles en su choque en el siempre incandescente Belgrado Arena, la nueva morada de un Chima Moneke que ya ha comenzado a desplegar su juego y su carácter en un Estrella Roja en el que comparte liderazgo con otro azulgrana, Codi Miller-Mcintyre. El nigeriano se reencuentra con el plantel vitoriano, en el que militó los dos últimos años.
La escuadra serbia recibe al último clasificado del torneo revivido después de tres triunfos consecutivos ante Real Madrid, Zalgiris y Fenerbahce. El equipo balcánico recupera fuelle en un arranque de curso acccidentado, con una plaga de bajas que deja fuera de juego a Devonte Graham, Tyson Carter, Jasiel Rivero, Isaiah Canaan y Joel Bolomboy, la destitución de Giannis Sfairopoulos y la llegada de Sasa Obradovic con su nuevo decálogo. «Son muy talentosos y atléticos», ilustra Galbiati, muy pendiente de reducir al mínimo esos minutos de desconexión que cuestan partidos en la Euroliga. En su opinión, se trata de elevar el nivel de «fisicalidad» para igualar el despliegue muscular que espera del Estrella Roja.