El Ayuntamiento de València presentará en el pleno del próximo martes una moción para iniciar el convenio de colaboración con el escultor Manolo Valdés por el que se expondrán de forma permanente varias de sus obras en el Parc Central. El convenio establece en 1,3 millones (IVA incluido) el coste de adaptar el Muelle 3 del parque como espacio expositivo en en el que, a partir de 2027, se mostrarán de forma permanente una treintena de esculturas de mediano y gran tamaño donadas por el artista valenciano.
La moción viene acompañada del proyecto básico de adecuación como Espai Valdés de este antiguo muelle de mercancías diseñado por el arquitecto Demetrio Ribes a principios del siglo XX. Uno de los objetivos de este proyecto es conseguir un espacio versátil para realizar exposiciones artísticas que permitan una flexibilidad expositiva.
Respeto a los muelles
La idea, tal como se recoge en el protocolo de intenciones firmado el pasado mes de julio por la alcaldesa, María José Catalá, y la hija de Manolo Valdés, Regina Valdés, es que las piezas que se exhiban en el Muelle 3 vayan cambiando para que sea un «espacio vivo». El objetivo es mostrar en el nuevo Espai Valdés tanto esculturas de la colección del artista, algunas nuevas realizadas para este proyecto así como otras que están actualmente en préstamo.
El proyecto arquitectónico que se presentará el martes en el pleno también establece la obligación de respetar la impronta visual de la arquitectura industrial que representan los muelles, tanto en el interior como en el exterior; integrar los elementos singulares de carácter arquitectónico; conservar los sistemas constructivos, espaciales y compositivos originales y la posibilidad de reversión de toda actuación que interfiera en elementos originales.

Manolo Valdés en su estudio de Nueva York. / L-EMV
El «factor sorpresa»
Según recoge el proyecto, la intervención para adaptar el Muelle 3 como Espai Valdés será “mínima” ya que la totalidad de los servicios previstos -el almacén, office, sala de instalaciones y baños separados para el uso del edificio- se situarán dentro de un contenedor de acero “corten” (una aleación de cobre, cromo, níquel y fósforo) integrado en el edificio.
Antes de este modulo de acero se situará la recepción, el acceso, las taquillas, la zona de audiovisuales y la cafetería del Espai Valdés. Detrás, se descubrirá la nave como un espacio expositivo único de 931 metros cuadrados y totalmente diáfano, que permitirá disfrutar tanto de las obras de arte expuestas como del propio edificio.
El contenedor, indica el proyecto, “impedirá la visión inmediata de la sala, actuando como barrera que permitirá generar el factor sorpresa que se pretende cuando se acceda a la misma”. La nave permitirá visualizar la obras de arte de un solo vistazo y, para permitir el acercamiento a las mismas, se prevé pavimentar el suelo mediante un hormigón pulido coloreado en blanco (resinas epoxi) como espacio neutro para la exposición que permitirá a los visitantes recorrer la nave y rodear las obras en cualquier dirección.
El nuevo espacio expositivo poseerá un acceso controlado y tres salidas más. La salida de la fachada del fondo y la fachada a la Avenida Filipinas serán salidas de emergencia y la salida hacia el Parque, permitirá sólo la salida de los visitante. El proyecto también contempla terrazas cubiertas y descubiertas y una explanada exterior, ya que algunas de las esculturas donadas por Valdés estarán al aire libre.

Recreación del exterior del Espai Valdés. / L-EMV
Los «iconos» de Valdés
Algunas de las obras de Valdés que se exhibirán en València muestran los ‘iconos’ de la trayectoria del artista valenciano como sus ‘meninas’ en distintos materiales, mariposas o ‘librerías’ en las que el escultor ha vuelto a trabajar últimamente, tal como avanzó su hija cuando firmó el protocolo del acuerdo con el ayuntamiento. Se trata de un recorrido retrospectivo que abarca distintas épocas creativas de Valdés, aunque no incluirá pinturas. La dotación técnica del edificio incluye climatización, cerramiento y reorganización interior para garantizar las condiciones óptimas de conservación y seguridad.
En 2021, el gobierno de Joan Ribó acordó crear una subsede del IVAM en este espacio que discurre paralelo a la calle Islas Filipinas, pero el Instituto de arte moderno terminó desistiendo de la propuesta y María José Catalá ha buscado una alternativa también de calado cultural.
«Manolo Valdés me transmitió que tenía 83 años y mucha prisa por hacerlo rápido -explicó la alcaldesa cuando el pasado mes de junio visitó el taller del escultor en Madrid para participar en la selección de las obras que se exhibirán en el Parc Central-. Estamos trabajando a contrarreloj». El ayuntamiento quiere licitar antes de acabar el año la adaptación de las naves del Parc Central donde se ubicará el nuevo Espai Manolo Valdés, que será de acceso gratuito. Al artista, que reside en Nueva York, «le hace mucha ilusión el proyecto y la ciudad le está muy agradecida por su generosidad», subrayó Catalá.
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