2025 ha sido un año de retos y aprendizaje para Mariscal Ruiz, en el que cada tarde ha puesto a prueba su temple, su técnica y su capacidad de reacción. Entre triunfos y dificultades, el joven novillero sevillano ha ido perfilando su concepto del toreo, combinando respeto a la tradición con aportaciones propias. Su preparación física y mental, junto al apoyo de su padre, le ha permitido afrontar cada desafío con confianza y consolidar un estilo propio. En esta entrevista, repasa los hitos de una temporada clave, los obstáculos superados, las lecciones aprendidas y su proyección hacia el futuro.

Bueno Mariscal, antes de todo quería preguntarte ¿Cómo estás y cómo te sientes después de toda la temporada?

“Bueno pues no sé. Ha sido una temporada complicada para mí la verdad, la verdad que no sólo por los percances de Madrid sino que en otras plazas también me han cogido toros y aunque es verdad que gracias a Dios he tenido la suerte de que no me ha pasado nada, a otros compañeros sí y que te cojan los toros y tengan que levantarte del suelo siempre es desagradable y siempre termina uno preguntándose después del festejo que por qué suceden esas cosas y se come uno la cabeza mucho durante la temporada ya que al final uno no quiere que le cojan desde luego”


Para empezar me gustaría preguntarte, ¿Cómo empezó tu relación con el mundo del toro?, ¿recuerdas ese primer instante en que sentiste que esta sería su vocación?

“Hombre, pues, obviamente mi amor por el toro se despertó por mi familia, porque mi familia entera se ha dedicado a los toros toda la vida. Mi abuelo fue banderillero, mi padre matador de toros y mi tío también. Y bueno, al final es lo que yo veía en el patio de casa de mis abuelos, que es donde entrenaban mi padre y mi tío y eso. Entonces, era muy difícil que me dedicara al fútbol. Lo intenté, de hecho, intenté dedicarme al fútbol, lo intenté en varias ocasiones antes del toreo pero a mí lo que me llenaba y lo que me gustaba era el toro. Jugar al toro con mis primos, torear en el campo con mi padre, aunque pasaba mucho miedo desde pequeño, y era mi mundo.”

Bueno y es cierto que la tauromaquia está llena de tradición, pero cada novillero aporta su propio sello; ¿Qué crees que te distingue sobre el ruedo?

“Siempre, es algo que pienso mucho. Mi idea no es para nada saltarme ciertas normas, sino más bien… nada, saltarme las antiguas y traer cosas nuevas al toreo, que al final es, yo creo, lo más grande. Si me preguntas por algo en concreto, pues no te sé decir, la verdad. Pero antes del toro, no sé, uno intenta dejarse llevar, intenta que salgan cosas nuevas que no se han visto, pero es muy complicado”

Estamos de acuerdo con que ser torero es una profesión muy exigente donde la preparación es fundamental; ¿Cómo es un día habitual en tu entrenamiento, tanto físico como mental?

“Pues, intento entrenar sobre todo con mi padre, porque es como mi hombre de confianza, por así decirlo, en el entreno. De hecho, cuando llevaba tiempo entrenando sin él me he sentido un poco perdido y un poco descolocado de mi sitio. Y, bueno, en mi día a día lo primero que hago es levantarme y entrenar de salón una hora, hora y media. Y luego toreo un rato con mi padre, con el carretón, lo típico.  Luego, durante dos horas hago físico y ya luego, me voy a la universidad.»

 

Bueno es verdad que me atrevería a decir que la lesión de Madrid ha sido de lo más destacado de tu temporada… Si me lo permites me gustaría preguntarte:

Dicen y es cierto que enfrentarse a un percance serio tan joven no es fácil. ¿Cómo recuerda ese momento en que la vida te puso a prueba dentro de la plaza?

“Bueno, fue una tarde muy complicada porque, sobre todo, ya a principios de temporada, también había tenido un percance en Madrid, en donde me corté los tendones de la mano. Y, bueno, venía también de pisar Madrid sin caballos, donde corté una oreja y quedé triunfador entonces venía con cierta alegría a Madrid, como diciendo, la última vez que estuve aquí me lo pasé muy bien. Y, bueno, ahora me dio un sabor agridulce, pero en realidad es como muchas veces dice mi padre, para levantarse primero hay que caerse y de los errores uno aprende. Así que espero que esto no sea más que un punto de inflexión en mi carrera, del cual yo aprenda y saque cosas positivas para el año que viene.”

 


 

Y después de un golpe así, ¿Qué fue lo más duro: la recuperación física o el proceso mental de pensar que estabas perdiendo los festejos de la temporada?

“Sobre todo lo mental, porque yo me veía incapacitado de todo, tanto por el primer como el segundo percance, no pude mover la mano, estaba con la clavícula rota y era eso, veía como todos mis compañeros seguían toreando y yo estuve dos meses parado.

Es algo bastante complicado, la verdad, sobre todo en un verano que nada más que me dedico al toro y ha sido un momento de mi vida un poco oscuro, la verdad, donde gracias a Dios me ha apoyado mucho en la religión, gracias a Dios tengo una familia que es creyente y ha sido, por así decirlo, el brazo donde me he apoyado para salir.”

Bueno y, ¿crees que ese episodio te ha cambiado como torero? ¿Y como persona? Muchos dicen que las cornadas y los sustos marcan un “antes y un después” en la carrera de un novillero. ¿Qué enseñanzas te llevas de esa experiencia?

“Bueno, no sé, desde luego ahora veo las cosas, desde mi temporada sin caballos, es verdad que cuando terminé mi temporada sin caballos que fue tan triunfal, vi las cosas muy fáciles, vi que el toreo era más bien sencillo, que cortar orejas en Madrid y en Sevilla, lo podía hacer casi cualquier persona, porque yo ese año lo había hecho y me consideraba cualquier persona. 

Y bueno, este año he visto que el toreo no es una técnica exacta, no es una cosa que tú puedas llevar preparada y que te salga tal y como quieras y bueno, igual que el torero compone, el torero descompone, así que sobre todo este año he aprendido que el toro tiene más cojones que nosotros y que cuando no se puede, no se puede y además es imposible”

 



 

Y si miras hacia el futuro, ¿Cómo transformas ese susto en motivación para seguir creciendo en su carrera taurina?

“Pues es curioso, leí un libro hace mucho tiempo, en mi comienzo, cuando empecé, en el que el maestro Paco Camino comentaba que un torero que hace una temporada extensa, de 30 festejos o por ahí, es muy raro que en los 30 festejos no lo coja un toro. Entonces, bueno, en cierta manera miré de forma positiva que en 12 novilladas que he toreado este año me han cogido casi todas las tardes porque creo que en el sitio donde me pongo es un sitio que no se pone cualquiera y que a veces cuando los toros no quieren embestir en la muleta pues protestan y te llevan por delante. Al final es suerte y no depende de uno.

Simplemente lo único que puedo hacer es seguir poniéndome en ese sitio, más seguro aún de lo que lo hago y la próxima vez haya un poco de más suerte con los toros”

 

Por otro lado, hace ya un año que te proclamaste como ganador del Circuito de Novilladas de Andalucía…

¿Cómo realmente viviste aquella tarde?

“Fue un día muy bonito. Fue un día que además fue televisado, donde me pegaron dos volteretas también. Un día dónde corté mi primera oreja con picadores de luces en Sevilla. Ese día cuando acabó ya me sentí un poco como mi padre o mi tío imagino que cuando cortaron su primera oreja en Sevilla. Estuve un paso más cerca de ellos y sentí que era una meta más en el camino. Así que esperemos que siga cumpliendo ese tipo de metas”

 


 

Y viéndolo con perspectiva, ¿Qué crees que te aportó esa victoria en su crecimiento como torero y en su proyección hacia plazas más importantes?

“Gracias al Circuito toreé en las ferias más importantes de novilladas el año pasado. Cómo Villaseca, Arnedo, Arganda, Algemesí y las principales plazas importantes para novilleros. Y bueno, pude mostrar el toreo donde creo que destaqué. Y por eso este año he vuelto a torear tanto en Villaseca como en todos esos pueblos. Además de darme cierta motivación, me dio también novilladas, que era lo que buscábamos.”

Bueno y mirando hacia atrás, ¿Qué momentos de aquel circuito te dejaron huella, ya sea por la dificultad o por la emoción del triunfo?

“Para mí no fue tanto la final como la semifinal en Úbeda que toreé, que significó mucho para mí. Porque me embistieron los toros muy bien y disfruté muchísimo la tarde de Úbeda.

Fue un día en el que crecí muchísimo como torero. Entonces, sobre todo creo que me quedé con esa tarde de Úbeda que fue tan improvisada. Luego me vi en la repetición e incluso me vi mejor de lo que había sentido yo luego en la plaza. Así que fue un día dónde aprendí muchísimo.”

 


 

Y Mariscal ahora que en 2025 ha sumado nuevas experiencias, ¿Qué diferencias encuentra entre el torero que fue en aquel circuito y el que es hoy?

“Pues que he pisado con mayor madurez en Madrid y Sevilla. Donde por desgracia no he tenido suerte con los toros, esto también es el toreo.

Pero bueno, al final el decir que no he tenido suerte con los toros no lo digo en vacío, por así decirlo. No he tenido suerte pero yo me he quedado quieto y las tardes en Madrid he salido, no andando tampoco, he salido por la puerta de la enfermería. Así que esperando que el año que viene me den otra oportunidad en Madrid, que creo que la merezco.

Y bueno, ya tengo casi informado de que muy posiblemente el año que viene toree en Madrid bien colocado e ilusionado con esa fecha porque Madrid da mucho, igual que quita, da mucho a los toreros. Y preparándome este invierno para esa fecha.”

 

Para terminar…

Si tuvieras que escoger un festejo que te ha marcado especialmente este año, ¿Cuál sería y por qué?

“Creo que con la primera tarde de Madrid. Porque esa tarde fue muy complicada, donde el primer toro fue muy peligroso. Y yo creo que pese a no matarlo bien, estuve muy bien con ese toro. No sé, muy como José Tomás o como yo había imaginado la noche anterior.

Y luego en el segundo, a pesar de tener los tendones cortados de la mano, ser capaz de matar el toro. Y bueno, la épica también, de cara a ver los vídeos y las fotos del momento, cómo fui capaz de aguantar de pie y no marearme. 

Así que esa tarde para mí, pese a que no salieron las cosas, me dio esperanza de que aún hay cosas mías dentro que no conozco y que puedo sacar fuera.”

 


 

Y mirando hacia atrás, ¿Qué lecciones importantes te deja esta temporada, tanto en lo personal como en lo profesional?

“Que tanto como para lo bueno como para lo malo, soy capaz de… No sé, tengo muchas cosas buenas, pero con los momentos malos tampoco, tengo la capacidad de no venir más abajo o sobreponerme a ello.

Entonces, tengo esa cierta seguridad de que sé que tarde o temprano, pese a lo que pase, saldrán las cosas.”

Y ya como último si hablamos de metas, ¿Qué objetivos crees que has cumplido en 2025 y cuáles que aún tienes pendientes?

“Hombre, he toreado en Madrid y en Sevilla. Cuando veía a mi padre torear en el campo, lo veía imposible, lo veía imposible. Sobre todo cuando veía las tardes en San Isidro con mi abuelo, cuando era pequeño, decía… en la vida voy a ser capaz de torear en Madrid ese toro tan grande. Y bueno, lo he hecho. Y como objetivo para 2026, pues poder acabar de forma bonita mi relación con Madrid con picadores. Y el año que viene, si Dios quiere, pues tomar la alternativa, que sería lo ideal y bueno, lo que tengo predispuesto. Pero ya te digo, al final, lo que uno quiere que pase, no pasa. Y termina pasando lo que Dios quiera. Así que, que venga lo que tenga que venir. Y yo lo cogeré y simplemente seguiré toreando porque es lo que amo y lo que me gusta.”