Una joven promesa del tenis español con una vida de éxito que lo dejó todo y vivió dedicado a la oración en el Santuario de Lord porque encontró la verdadera riqueza en Dios

Rocío Lancho García – Ciudad del Vaticano

Un joven extrovertido, apuesto, procedente de la aristocracia madrileña, carismático y un gran deportista. Así era Javier Sartorius Milans del Bosch (1962-2006). Tenía por delante una prometedora carrera como tenista. Se mudó junto con su hermano a California, Estados Unidos, para estudiar Administración y Dirección de Empresa. Empezó a trabajar como profesor de pádel y llegó así una vida de éxito, fiestas, chicas, diversión. Cuando se alzó campeón de pádel de Estados Unidos, Javier tiró el trofeo a la basura. En el fondo sentía un profundo vacío existencial. Comenzó a sentir inquietud por la vida espiritual, a través del yoga y la meditación, y siendo cercano a los más desfavorecidos. En este camino de búsqueda, un familiar le invitó a unirse a una misión en las montañas de Cuzco en Perú. Una experiencia de un mes que terminó convirtiéndose en un año. Allí, se encontró con Dios y su vida cambió. Dejó atrás el pasado e inició una nueva vida dedicada a la oración y la pobreza. Decidió regresar a España para ingresar en el Seminario de Toledo. Sin embargo, Javier seguía sintiendo una gran inquietud por realizar una entrega más radical y viajó hasta el Santuario de Lord, en las montañas del Prepirineo catalán. En la vida contemplativa y retirada del mundo, Javier encontró su lugar. Los últimos años de su vida, estuvieron marcados por una delicada enfermedad, que él afrontó con humildad y alegría, mientras retomó los estudios de teología en el Seminario de Barcelona. Falleció de un repentino ataque al corazón poco antes de recibir el Sacramento del Orden Sacerdotal.

Un amigo y testigo de su camino espiritual

Jordi Bosch Codina, conoció a Javier en el año 1989 en Perú. Juntos se fueron también al seminario de Toledo. Fue él quien le habló del Santuario de Nuestra Señora de Lord cuando Javier le transmitió la inquietud que tenía de vivir una vida aislada del mundo. Ahora, su viejo amigo es el presidente de la Asociación Javier Sartorius. Ha viajado a Roma para el preestreno del documental “Solo Javier”, acompañado del hermano Fernando Sartorius, con quien vivió en Los Ángeles; de su prima Rosa Muguiro Sartorius, que fue como una hermana para Javier y del director del documental, Josemaría Anglès. Todos ellos han tenido ocasión de saludar al Papa León XIV al finalizar la audiencia general de este miércoles. Le han regalado el libro de la vida de Javier, una pequeña estatua de la Virgen de Lord y una pelota de tenis. El Pontífice ya había escuchado hablar de la historia de Javier Sartorius, porque el pasado 1 de octubre, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, en su encuentro con León XIV en el Vaticano le obsequió con la película y el libro.

El origen de la Asociación y del documental

Para explicar cómo nació la película es necesario explicar por qué se crea la Asociación, explica Jordi en entrevista con los medios vaticanos. “Nos situamos en el año 2006 cuando muere Javier. 10 años después, el que era rector del Seminario interdiocesano donde Javier estudiaba, escribe una carta al obispo de Solsona, diócesis a la que estaba vinculado Javier, donde está el Santuario de Lord. En la carta decía, yo he visto en Javier rasgos y virtudes que nos inducen a pensar que podría ser santo”. El obispo traslada la información al padre Juan, superior del Santuario de Lord y él a su vez a un grupo de familiares y amigos de Javier. Fue entonces cuando decidieron formar la Asociación Javier Sartorius. “Iniciamos el proceso de institución de la entidad y a la vez estamos haciendo una consulta para ver si hay posible causa, con todo lo que esto representa, como buscar un postulador”, precisa Jordi. La respuesta del obispo fue que en principio no hay causa porque no hay interés y devoción por parte del pueblo fiel, porque la historia de Javier se conocía solo entre familiares y amigos. Así surgió la idea de hacer el relato de la vida de Javier para convertirlo en película documental y en un libro.

Para crear el documental la Asociación buscaba un equipo que reuniera tres características: talento, juventud y fe, y los encontraron. “Sin profundizar en lo que Javier descubre es difícil entender su historia, por eso les invitamos a que hicieran una experiencia de una semana en el Santuario, para recoger todo el legado de Javier de sus cartas, testimonios, etc.”. Nació así “Solo Javier, un documental con un presupuesto bajito, pero que está teniendo un impacto importante”.

Presentation en Roma del documental “Solo Javier”

Presentation en Roma del documental “Solo Javier”

La mirada de Javier sobre la pobreza y la verdad interior

Por otro lado, Jordi asegura también que “en el recorrido vital de Javier, tiene contacto con los homeless en Estados Unidos y esto produce un primer impacto donde él abre los ojos y capta en la belleza de lo que descubre a través de un juicio de la razón, la verdad que baja al corazón donde uno verifica que hay gente que sufre. Y ese sufrimiento lo comparará con su propia existencia y con el privilegio que él ha vivido”. Mirando a estas personas, Javier descubre algo que a él le falta, una felicidad que él no experimenta al poner el corazón en lo material. Cuando se fue de misión y descubre la riqueza de la Iglesia – asegura su amigo de la juventud – verificó en los pobres su propia pobreza y empieza a encontrar la respuesta en Jesucristo. En el encuentro con Cristo, Javier es feliz. Él vivió cinco características fundamentales, asevera Jordi: “La humildad, la obediencia, reconocer la autoridad, la alegría y la inocencia”. Todo ello le llevó a la “radicalidad del amor” y esa “plenitud del amor le hizo vivir las virtudes de una forma extraordinaria”.

Un ejemplo para los jóvenes de hoy

Al respecto, Bosch Codina cree que Javier Sartorius puede ser un modelo y ejemplo para los jóvenes de hoy en día porque hizo “un recorrido de fuera hacia dentro y de dentro hacia arriba, como san Agustín”.

La película se propone como un viaje: desde el atractivo éxito mundano hasta la capilla de un santuario perdido en la montaña, pasando por el impacto de la pobreza en Perú y abordando la necesidad de vida espiritual en el primer mundo. El documental sobre su vida, que fue presentado en Roma el 21 de octubre, busca ir más allá de un simple relato biográfico, “quiere transmitir la experiencia espiritual de renuncias y desapegos en favor de un Amor alegre, silencioso y contemplativo”. Asimismo, “busca interpelar a jóvenes soñando con riqueza y éxito, en busca de un amor pleno, y a católicos que asisten a misa sin compromiso real”. “Más que resaltar la santidad de Javier, busca desafiar, provocar y atraer, mostrando la belleza de una fe que huye de la comodidad, que rompe esquemas, y que se fía completamente del Señor”, se explica en la presentación del largometraje.