La recta final de Supervivientes All Stars vivió este jueves uno de sus momentos más emotivos. Rubén Torres y Carlos Alba se jugaban su permanencia en la isla, a tan solo una semana de la gran final. Antes de la votación, ambos apelaron al público con palabras cargadas de emoción.
Carlos Alba abrió su alegato pidiendo apoyo: «Me siento superagradecido por todo este apoyo, queda muy poquito, y nada me gustaría más que estar en la final con uno de… Bueno, con los 3 o 4 que me acompañen«. Sus palabras generaron una ovación en el plató.
Rubén Torres, por su parte, apeló a su esfuerzo en la competición y a su carácter luchador: «Si me ayudas a mí, gente, voy a darlo todo hasta el final. Me visteis en la última prueba, dándolo todo, y quiero que veáis otra vez cómo lo hago esta vez, sin cejas, sin pelos, o lo que sea, porque os riáis en casa«.
El momento de la verdad llegó con la intervención de Jorge Javier Vázquez: «Los espectadores han decidido que el concursante salvado sea… ¡Torres!» La alegría de Rubén fue inmediata: «Guau, de verdad, muchísimas gracias a todo el mundo. Me hubiese gustado también que se salvara a él, pero de verdad que muchísimas gracias».
Carlos Alba se despidió entre abrazos y aplausos, con la emoción a flor de piel. «Os llevo en el corazón, igual que los compañeros que están allí en plató. Han estado atentos 24/7 durante dos meses y eso no se nos olvidará en la vida. Muchísimas gracias a toda la gente que me ha ido salvando, a mi familia, que los quiero un montón», declaró entre lágrimas.
El chef canario cerró su intervención con un emotivo mensaje a sus seres queridos y compañeros: «A ti, hermana, verte es lo mejor del mundo. Y a mi tripulación japonita, os llevo siempre en el corazón». «Madre mía, ahora sí que tenemos todos la carne de gallina«, decía Laura Madrueño, muy emocionada al despedir al expulsado.