ALICANTE. «¡Feliz Día de las bibliotecas!» Es lo que puede decir este 24 de octubre quien tiene una biblioteca feliz. No es el caso de la alicantina Azorín, que espera su necesaria rehabilitación para el edificio situado en Paseíto de Ramiro, frente a la turística playa del Postiguet. Así lo ha indicado Lola Abascal, de la asociación de Amigos de la biblioteca Azorín, quien ha asegurado que «el edificio se está cayendo a trozos».
«Nuestra asociación tiene un carácter reivindicativo, porque surge de la constatación de cosas que van mal en la biblioteca», ha manifestado. Precisamente por ello, el colectivo entrega hoy tres cartas en la Subdelegación a las tres administraciones que tienen competencias sobre esta instalación cultural: el Ministerio de Cultura (propietario de la biblioteca), la Conselleria de Cultura (encargada de la gestión) y el Ayuntamiento de Alicante (concede las licencias de obra).
«Vamos a pedir a cada administración que intervenga para tirar adelante lo que necesita la biblioteca», ha apuntado Abascal, quien ha lamentado que el edificio tenga más de 50 años y «no ha sido reformado». El proyecto que se ejecutará ahora se anunció por primera vez hace 17 años y se está encontrando con varias trabas en su camino. La última, la necesidad de presentar un estudio arqueológico ante la posible existencia de vestigios de relevancia en el edificio o su entorno.
«Hay falta de transparencia en el proyecto», ha señalado la integrante de la asociación, quien ha insistido en que la biblioteca está «en decadencia». Motivo que lleva a Abascal a preocuparse: «En Alicante, la actividad cultural es más bien difícil; aumentamos mucho en turismo pero no tanto en equipamientos culturales. Es peligroso que no se actúe, porque te lleva a pensar que la biblioteca puede cerrar«.
Sin embargo, al preguntarle por la posibilidad real de que esto pase, ha supuesto que «no se atreverán» a cerrarla, ya que es la única biblioteca de Alicante «de cierto tamaño». «Luego están las bibliotecas municipales, que están más orientadas a los barrios, pequeñas y con presupuestos muy escasos. No son la gran biblioteca que toda ciudad debería tener y más Alicante, que somos la décima ciudad en España en cuanto a habitantes». Por lo que ha aclarado que «cerrar no, pero abandonar sí«.
Con motivo del Día de las Bibliotecas, además de los escritos a cada administración, la asociación colabora con la biblioteca Azorín en la exposición de cartas náuticas que forman parte de su fondo histórico. Una muestra que abrirá una línea de exposiciones de piezas singulares en el edificio.
Sin libros nuevos desde hace dos años
Además de en la reforma, Abascal ha puesto el foco en la falta de libros nuevos, asegurando que hace dos años que no se compran. Aunque el edificio depende del Ministerio, la gestión está cedida a la Generalitat, por lo que es competencia de la Conselleria de Cultura la adquisición de obras. «Lleva dos años sin comprar libros, porque dice que hay un problema en Intervención», ha trasladado.
La falta de personal también azota a esta instalación cultural, provocando que esté abierta únicamente entre semana. «Hay cantidad de gente que los días laborables no se puede acercar a una biblioteca, por lo que sería ideal que estuviera abierta el sábado por la mañana, pero dicen que no hay personal para poder hacerlo», ha informado la miembro del colectivo.