El jueves, CineCiutat acogió la proyección del documental Twiggy, dirigido por la actriz, productora y cineasta británica Sadie Frost, dentro del marco del Evolution Mallorca International Film Festival (EMIFF). La presentación, celebrada horas antes en el Hotel Portitxol y dinamizada por la directora y fundadora del certamen, Sandra Lipski, reunió a Frost y a la mítica modelo Twiggy, protagonista de una cinta que es tanto un homenaje a su figura como una meditación sobre la fugacidad del éxito y la autoafirmación femenina.

Twiggy traza con sutileza la figura de Lesley Lawson, la modelo británica que definió una década. Más que una biografía, es un retrato del instante en que el mundo descubrió que la juventud podía ser un manifiesto estético. Con su mirada andrógina y su energía eléctrica, Twiggy encarnó la London Swinging de los 60, una efervescente escena donde moda, arte y música se mezclaban en un mismo pulso urbano.


Sadie Frost y Lesley Lawson, protagonistas de la rueda de prensa de presentación del documental ‘Twiggy’.

Frost recorre su ascenso meteórico -de adolescente del norte de Londres a icono global- con un ritmo visual que alterna archivos inéditos y testimonios íntimos. Pero lo más revelador del filme es cómo muestra la inteligencia y la vulnerabilidad de una mujer que, sin proponérselo, reinventó los cánones de belleza, dio rostro a la escena mod y transformó la cultura visual del siglo XX.

Twiggy y Sadie Frost -quien debutó en el documental con Quant, un film que encumbra la minifalda situando el foco sobre la diseñadora Mary Quant- destilan complicidad. La ex modelo, sonriente y precisa, recordó cómo su imagen rompió moldes sin pretenderlo: «No lo había planeado, fue todo muy natural. Fui a un colegio muy estricto, vestíamos con uniforme, y si alguna chica se acortaba un poco la falda era reprendida. Yo solía divertirme en casa jugando con maquillaje, lo cierto es que la imagen que ofrecí no era un artificio, era auténtica. Creo que si hubiera llegado a la moda cinco años antes o cinco años después no habría tenido el mismo impacto, llegué en el momento exacto».

La modelo evocó también el origen de su corte de pelo, un gesto tan fortuito como decisivo: «Un día fui a la peluquería y el estilista me preguntó si podía cortarme bastante el pelo. Yo era una chica tímida y le dije ok sin estar muy convencida, y así, de una casualidad, casi un error, se creó un look icónico». Durante su estancia en la Isla, Twiggy aprovechó para revisitar recuerdos, «vine a Mallorca por primera vez en 1986, al poco de conocer a mi marido, que tuvo una casa en Andratx. Y estos días hemos hecho un pequeño viaje nostálgico por Andratx para recordar aquella época». Sobre el contraste entre el pasado y el presente, la modelo reflexionó: «En los 60 sucedieron cosas terribles como la guerra de Vietnam, pero por otro lado la gente era más inocente, más liberal, había iconos más potentes. Hoy todo se ve de forma muy negativa, el activismo actual crea mucha crispación; antes era más romántico, más pacifista». El documental, confesó, le ha producido «mucha felicidad, es el retrato de una vida fantástica».

Sadie Frost adelantó, antes de despedirse, que su próximo proyecto «perfilará la figura de Pete Townshend -guitarrista y fundador de The Who- y hablará de salud mental, mods y de la película Quadrophenia». Y añadió, medio en broma, medio en serio, que «me gustaría rodar una película con Twiggy en Mallorca».