En 2013, Fernando Frías aterrizó en el Evolution Mallorca International Film Festival con Rezeta bajo el brazo. Con esa película se proclamó ganador del certamen. Ahora, el cineasta mexicano regresa a la Isla y al festival, pero entre medias suma varios títulos más, varios premios de renombre y una nueva cinta, Depeche Mode: M, que presenta en España. Se trata de un filme documental sobre los conciertos que la mítica banda británica ofreció en Ciudad de México y que congregaron a más de 200.000 personas, pero, como el propio Frías explica: «Va más allá».

La película, que se podrá ver este viernes en el CineCiutat junto al propio director que presentará el filme, es una vinculación de la banda, la devoción que despierta entre sus seguidores (que en México son legión) y la propia cultura mexicana de la muerte.

Tras el fallecimiento de Andrew Flecther, Dave Gahan y Martin Gore son los que llevan las riendas de la formación, que lanzó en 2023 Memento Mori (’recuerda que vas a morir’ en latín), y son los que lideraron esas actuaciones en Ciudad de México a las que Frías le ha añadido una capa de su propia forma de «desmitificación» de la cosmovisión que se tiene de la muerte en México, aunque avanza: «El objetivo es traducir la experiencia del concierto, la locura de estar en él, y lo otro, aunque importante, no puede interrumpir el flow de la música».

No es un trabajo personal, sino un encargo, pero eso no significa que no lo haya hecho propio. Paradójicamente, Frías detalla que siente más «libertad» ante este tipo de proyectos que con los propios, porque ya hay un camino marcado en cierto sentido y no es «una hoja en blanco».

En definitiva, para Frías ha sido «un desafío muy único y especial», en parte por sumarse a una lista de autores que han realizado películas sobre música y músicos, pero también con «una banda sagrada» como es Depeche Mode, de la cual destaca su capacidad y habilidad por «atravesar la sociedad de cabo a rabo», siendo escuchada tanto por gente de cualquier tipo. Por ello, Frías tuvo claro que «la película debía ser lo suficientemente accesible para un público amplio, pero también para poder ilustrar el concepto de la muerte en al cultura mexicana», por lo que han trabajado con poetas y artistas locales que dan un punto de vista «universal».

Detalla, eso sí, que el objetivo no es «desmitificar» estos conceptos, sino «abrir la conversación desde diferentes miradas» para tener en cuenta cosas como que el Día de Muertos «no es en sí mexicano, sino que es una fiesta católica», y es una etiqueta sobrevenida, como la relación entre sexo y carnaval en Brasil. «Es, por tanto, una forma de nombrar la muerte, pero dejándola en ese lugar enigmático y misterioso que es el mismo en el que está en la vida misma, poco accesible, pero muy interesante, porque mientras estemos vivos no sabremos qué hay hasta que lleguemos a ella».

Devoción

Finalmente, Frías también habla de la devoción que despierta la banda entre sus fans, en lo que es casi una experiencia religiosa: «Son casi peregrinos que siguen a la banda en cada gira. Es como su faro. El club de fans que hay en México de ellos se llaman Los Devotos. Y es algo superinteresante de atestiguar porque son fans muy hardcore, muy intensos, y nos lo dejan muy claro». Por ello, la experiencia del concierto es extática, casi milagrosa. De morirse.