El encierro infantil que se celebró en septiembre de 2024 en el distrito de Ciutat Vella no se repetirá este año. Hace doce meses, el … entonces vicepresidente del Consell, Vicente Barrera, propuso la idea de organizar un festejo destinado a menores, donde unos carros simulan a los animales. La iniciativa fue aprobada durante una Junta Municipal de distrito con los votos a favor de los representantes de PP y Vox, a pesar de que tanto Compromís como PSPV votaron en contra.

Como extorero y vecino del distrito, Barrera llevaba persiguiendo la aprobación de esta actividad varios años, con el objetivo de difundir la cultura taurina y que los más pequeños pudieran «conocer los elementos que componen la fiesta». De hecho, la iniciativa ya se presentó en 2020, 2021, 2022 y 2023, pero en ninguna de estas ocasiones consiguió suficientes votos para que se pudiera llevar adelante.

Sin embargo, este año la actividad no solo se ha eliminado de la lista de eventos pendientes para lo que queda de año en Valencia, sino que ni siquiera se ha presentado la propuesta.Durante todas las juntas que se han celebrado en el pasado para decidir si el encierro infantil debía hacerse o no, ha habido mucho descontento por parte de Compromís y PSPV, que siempre se han opuesto a esta actividad. Y las críticas no fueron a menos cuando la propuesta se aprobó el año pasado.

El 29 de septiembre de 2024, el casco antiguo de Valencia fue escenario de este evento que consistió en una simulación de un encierro taurino, como los que se hacen en los San Fermines, pero con carretones en lugar de toros reales. El acto fue organizado por la Fundación Satine y contó con el apoyo de entidades como la Asociación Cultural Gastronómico-Taurina De Tinto y Oro, la tertulia taurina del Ateneo Mercantil y el Foro Taurino del Casino de Agricultura. Cerca de medio centenar de niños y niñas participaron en la carrera simulada.

Antes de la salida, se realizó una versión del cántico tradicional de San Fermín. El recorrido comenzó en la plaza de Sant Vicent Ferrer y pasó por las calles Conde de Montornés, Gobernador Vell y carrer d’en Blanch, finalizando en la plaça de Sant Bult, donde el día terminó con algunas demostraciones de toreo de salón. El coste total fue de 200 euros, que se utilizaron sobre todo para sufragar un pequeño aperitivo que se sirvió a los niños que tomaron parte en la carrera.

La jornada generó un fuerte rechazo político en la izquierda. Compromís y PSPV acusaron al Ayuntamiento de retroceder en políticas de bienestar animal y de promover el maltraro animal entre los niños valencianos. El PSPV pidió al Defensor del Menor que tomara cartas en el asunto, argumentando que se estaba incumpliendo la Ley de Infancia con dinero público. Asimismo, Compromís presentó sendas denuncias ante el Síndic de Greuges y la ONU.

Además, ambos partidos de la oposición también aprovecharon la aprobación de la propuesta y posterior celebración del encierro para hablar sobre algunas de las actividades taurinas que Maria José Catalá restableció nada más comenzar su alcaldía. Sobre todo, se hizo referencia a prácticas como el bou embolat o els bous al carrer, que se prohibieron durante el gobierno de Ribó y que el actual Ayuntamiento de Valencia quiso recuperar.