Jon Agirre en el podio del Tour de Qinghai.Jon Agirre en el podio del Tour de Qinghai. (Qi ZHIYUE | AFP PHOTO)

Como ya se vislumbraba desde hacía tiempo, Euskaltel-Euskadi finalmente no ha podido conseguir el objetivo de meterse entre los 30 primeros equipos de la Clasificación UCI, pese a lo cual, su responsable deportivo, Jorge Azanza, entiende que no se puede considerar un «año malo» en cuanto resultados.

Ello le impedirá a la escuadra naranja ser invitada a las grandes citas –en especial La Vuelta–, lo que sí que ha dejado «un poso de mala sensación», recuerda, frente a unos números que «no demuestran que haya sido un año malo».

Los mayores logros del conjunto vasco han sido las victorias parciales de Paul Hennequin en el Tour de Taiwán y de Jordi López en el GP Beiras, además del campeonato estatal húngaro de Márton Dina. Junto a ello, se han sumado cinco segundos puestos y siete terceros.

«Personalmente, prefiero quedarme con lo positivo, con corredores que han dado un paso adelante y se consolidan, como Jon (Agirre), Berasa, Iker (Mintegi) o Txomin. Las mimbres siguen estando ahí, con ciclistas que tienen calidad y potencial de crecer», estima Azanza.

No obstante, también realiza la lógica autocrítica, «para mejorar y no repetir determinados errores que se hayan podido cometer», reconoce, «aun sabiendo que iba a ser complicado por la evidencia de la diferencia de presupuestos. Hay que saber valorar cuál es nuestra realidad en el contexto del ciclismo actual».

En este sentido, Azanza apunta al complicado inicio de temporada, con «muchos cambios, tanto de ciclistas como de material», además del infortunio en forma de lesiones, enfermedades y caídas de algunos ciclistas importantes, caso de Jon Aberasturi, Xabier Berasategi o David Dekker.

Novena temporada

«Luchamos y creímos en nosotros mismos para conseguir una buena inercia hasta que no pudimos mantener el pulso en el verano. Siempre hay circunstancias que hay que valorar, como lesiones, el estado físico de los corredores o la suerte en determinandos momentos claves», argumenta.

Esta ha sido la novena temporada de Euskaltel-Euskadi en la élite ciclista, la sexta como ProTeam, desde el relanzamiento de la estructura en 2018, en la que ha contado con una plantilla renovada de 21 corredores, 15 de ellos vascos.

El equipo ha afrontado 167 días de competición repartidos entre 78 carreras, destacando su participación en cinco pruebas del World Tour –Catalunya, Itzulia, Donostia, Copenhague y Plouay–, además de otras 25 ProSeries.

Tras correr hasta en doce estados diferentes, Euskaltel-Euskadi resalta el «esfuerzo logístico y humano» de ciclistas, staff, auxiliares y la propia Fundación, que llevó a reducir el calendario pensando en la próxima temporada, «una vez que el top30 era inabordable».

«El compromiso, la pasión y el trabajo de todo el grupo de personas del Euskaltel-Euskadi ha sido incuestionable para honrar en la carretera el legado del maillot naranja, intentando mantener viva la llama del ciclismo vasco y su cantera, así como de la pasión de la Marea Naranja y toda la afición ciclista», concluye la escuadra vasca.