Juanma Mallo

Viernes, 24 de octubre 2025, 18:34

A Álex Mumbrú se le notan los kilos, quince, que ha perdido durante el mes que ha estado ingresado en un hospital de Barcelona por la pancreatitis aguda que sufrió durante el Eurobasket. Aunque seleccionador de Alemania ya ha recibido el alta, todavía le queda un camino para recuperarse del todo, para volver a estar a pleno rendimiento. En una conversación con Televisión Española, se nota que ha adelgazado mucho, y realiza el exjugador y exentrenador del Bilbao Basket una confesión sobre lo que sintió cuando sube al podio con sus jugadores, con Alemania, a recibir el título ganado.

Nada más recibir el trofeo, Dennis Schröder, el capitán del equipo teutón, le cede el título al entrenador, al hombre que tuvo que ser ingresado en Finlandia durante la competición por esa pancreatitis que tanta guerra le ha dado. Ahí, dijo basta. «Yo la levanto (la Copa) y pesaba. Entonces, dije es mi última gota de energía. Levanté la copa y nada más dejarla había acabado mi energía me fui al vestuario». Desde allí, a Barcelona, a un hospital, como ha contado en más entrevistas. «Al llegar a Barcelona, fui a Quirón, a la consulta del doctor Antonio de Lacy. Me dijo lo siguiente: ‘Bien Álex, has ganado el oro pero te has jugado mucho más».

En el hospital de la Ciudad Condal ha estado 32 días ingresado. Recuperándose del susto. A pesar de que en Letonia, durante la fase final del torneo, una amiga doctora le administraba «tres bolsas de suero cada día», él nunca contempló abandonar a sus jugadores, a la familia que han formado. «Yo no lo veía irme. No veía el decir ‘aquí os quedáis’. Vamos a quedarnos todos juntos. Igual que sufrís vosotros, voy a sufrir yo también».

Además, el técnico cuenta que estaba todo «’bajo control’, dentro de cómo estaba». Ahora la queda un camino por recuperarse. Eso sí, a priori, estará en las ventanas FIBA con su equipo. Están previstas del 24 de noviembre al 2 de diciembre.

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