Iban a ser varios años, pero finalmente Richard Gere, su mujer, Alejandra Silva, y sus hijos, Alexander, de 6 años, y James, de 5, han puesto fin a su periplo español y han regresado a su vida en EEUU. Tal y como ha revelado a la revista ‘¡Hello!’, «ahora hemos vuelto aquí, pero nuestra nuestra familia estuvo en España durante un año. Y lo más importante que puedo decir es que Alejandra fue muy feliz gracias a su familia, sus amigos, su cultura, su ciudad y su comida… Todas esas cosas culturales maravillosas, así que fue fabuloso».
Fue en otoño de 2024 cuando la pareja decidió abandonar EEUU para comenzar una nueva etapa en el país natal de la empresaria gallega. «Ella fue muy generosa al permitirme vivir seis años en mi mundo, así que es justo que ahora yo le dedique al menos otros seis viviendo en el suyo», reconoció Gere dando a entender que la familia se instalaba en España por una larga temporada.
Pero solo han sido unos meses los que la familia del actor de ‘Pretty Woman’ ha vivido en el barrio madrileño de La Moraleja.
Sin embargo, y para sorpresa de propios y extraños, ya que recientemente salió a la luz que la pareja habría adquirido una espectacular casa valorada en 10 millones de euros en la Playa de Bastiagueiro, en A Coruña -algo que Alejandra desmintió en su última aparición pública en el aniversario de ‘Open Arms’ en Barcelona-, lo que reforzaba la teoría de que España se había convertido en su nuevo hogar, Richard ha anunciado su inesperado regreso a Estados Unidos.
«De vuelta»
El actor lo ha confirmado en Nueva York, durante el estreno -el pasado 16 de octubre- del documental sobre el Dalai Lama ‘Sabiduría y felicidad’, del que es productor ejecutivo: «De hecho, ya estamos de vuelta aquí», declaró.
Durante el año que residieron en nuestro país, la pareja y sus pequeños residieron en una impresionante mansión en La Moraleja que Gere compró por una cantidad cercana a los 3,5 millones y que se convirtió en su ‘cuartel general’ estos meses, en los que como contó el protagonista de ‘Oficial y caballero’ en más de una ocasión, fueron habituales las comidas con amigos muchos domingos en los que llegaron a ejercer de anfitriones para más de 30 personas.
Parecía que la familia estaba plenamente integrada. De hecho, cuando Gere fue homenajeado en febrero con el Premio Goya Internacional en Granada, comentó en su discurso de agradecimiento: «América ya no nos inspira, es un lugar muy oscuro con un matón de presidente de EEUU. No solo pasa allí, está ocurriendo en todas partes».
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