Bryce Mitchell ha iniciado una nueva etapa en el peso gallo con una sólida victoria ante Said Nurmagomedov, pero su mente sigue anclada a un episodio del pasado: su derrota ante Ilia Topuria. Aquel combate marcó su trayectoria en el peso pluma y, según él, fue injusto desde el inicio. “Tenía gripe, no tenía fuerzas… y aún así le dejé un ojo morado”, recuerda el peleador estadounidense, que asegura que un Mitchell sano habría cambiado la historia.
Ilia lo dominó con claridad en Abu Dhabi: controló el striking, lo mandó a la lona y lo finalizó en el segundo asalto. Desde ese momento, Topuria no ha hecho más que crecer hasta coronarse campeón del mundo. Sin embargo, Mitchell no se rinde en su cruzada y afirma que, si Makhachev o Tsarukyan logran llevarlo al suelo, “estará en problemas”. Un mensaje directo, a pesar de que ahora sus caminos parecen alejados por completo.
Y es que mientras Ilia ha subido a peso ligero, Mitchell ha bajado a gallo. Por eso, el estadounidense ya contempla otra vía para resarcirse: un duelo con Aleksandre Topuria, hermano del campeón. El Conquistador, con un récord de 6-1, debutó en UFC con victoria y quiere seguir escalando. Mitchell sería un rival ideal para impulsarlo en el ranking… pero también un ajuste de cuentas familiar.
A sus 29 años, Aleksandre todavía tiene margen de desarrollo, pero su entorno considera que un enfrentamiento contra un nombre como Mitchell lo proyectaría al top 15. Por ahora, el combate no está confirmado, aunque ambos caminos parecen converger. La UFC ya ha demostrado que las historias con sangre, rencor y apellido venden… y esta lo tiene todo.
Mitchell, polémico y sin filtros, ha encontrado en Aleksandre una forma simbólica de cerrar una herida que Ilia abrió. Y aunque el cinturón no esté en juego, el honor sí lo estará. Thug Nasty está dispuesto a demostrar que, esta vez, no habrá gripe que lo detenga.@mundiario