Alberto Núñez Feijóo ya piensa en la Moncloa. Con el viento a favor de las encuestas, el presidente del PP ve muy factible poder formar gobierno en las próximas elecciones generales. Incluso, sin necesidad de incluir a Abascal y a otros dirigentes de Vox en su gobierno. Este fue el compromiso que adquirió ante los suyos durante el congreso nacional que le entronizó de nuevo como líder del PP a primeros de julio. “Solo hay dos opciones: o Sánchez o yo. Y yo quiero un Gobierno en solitario. El único gobierno en coalición que ha habido hasta la fecha no ha funcionado y yo no quiero darle a mi país los mismos espectáculos que vemos cada martes en el Consejo de Ministros”, dijo.

En esa misma intervención, Feijóo ya deslizó cuáles serían sus decisiones en los primeros cien días de su gobierno. Entre otras, la regeneración democrática e institucional, reducir la inmigración ilegal, aprobar un Plan de Vivienda, revisar las 97 subidas de impuestos de Sánchez, incrementar los médicos de familia, un Pacto Nacional del Agua, reforzar la seguridad, clarificar la política de Defensa y una Ley de Lenguas para que todos los niños españoles puedan ser educados en español.

Hace unos días, antes del final del curso político, Feijóo también dio instrucciones a su núcleo duro para que empiece a trabajar en la «abolición» de algunas de las denominadas «leyes sanchistas»; es decir, algunas de las medidas aprobadas por el gobierno de Pedro Sánchez en las dos últimas legislaturas. 

Este jueves, en la rueda de prensa previa a sus vacaciones, el líder popular ha apuntado algunas de ellas. Como, por ejemplo, la ley de amnistía, aunque su derogación sea más cosmética y propagandista puesto que sus efectos no pueden ser revocados. También dejará sin efecto el “cupo separatista” -es decir, la financiación singular para Cataluña si es que llega a tener el aval de las Cortes – y la revisión del Código Penal para volver a aumentar las penas por los delitos de sedición y malversación. Igualmente, revisará la competencia del Gobierno para aprobar indultos. «Todas estas medidas son un atropello a la igualdad de los españoles», ha dicho.

Fuera de lo referido al procés, Feijóo ha reiterado su plan de derogar la ley de memoria democrática y sustituirla por una de concordia, igual que ha hecho el PP en algunas Comunidades Autónomas de la mano de Vox. Cabe recordar, sin embargo, que algunas de estas derogaciones, como en Cantabria, Aragón o Comunidad Valenciana, han sido suspendidas posteriormente por el Tribunal Constitucional. «Derogaremos la mal llamada ‘ley de memoria democrática’, corredactada por Bildu, porque no puede haber justicia ni reconciliación cuando se pacta con quienes niegan el sufrimiento de las víctimas y pretenden reescribir la historia -con los victimarios- desde la manipulación y el enfrentamiento», asegura el PP en el ideario aprobado en su congreso de julio.

También derogará la Ley de Vivienda que entró en vigor hace un año y medio ya que, a su entender, no ayuda a resolver el principal problema que – según el CIS – tienen hoy los españoles. Eso sí, el PP no aplica el grueso de esta ley en las CC.AA. donde gobierna, por lo que sus efectos son limitados. 

Más polémica podría ser la derogación de la Ley Trans, una norma que según el PP ni el propio colectivo apoya. Su objetivo, según aduce, es la de «proteger a los menores» y darles instrumentos «para enfrentar esa problemática con las herramientas necesarias y el apoyo necesario». Su derogación no sería sorprendente puesto que registró en el Constitucional un recurso contra ella e Isabel Díaz Ayuso, en la Comunidad de Madrid, ya recortó a nivel autonómico parte de su contenido.

Finalmente, el PP pretende derogar la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana si finalmente es aprobada porque la «ha dejado en manos de Bildu» y supone «un insulto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado».

La lista completa de leyes que pretende derogar el PP se presentará en septiembre, según ha adelantado Feijóo. Todas las mencionadas estarán incluidas en dicho informe, aunque serán muchas más si tenemos en cuenta el programa electoral con el que Feijóo se presentó a las generales de 2023. Entonces, se comprometió a derogar la ley del solo sí es sí, agilizar los desalojos de edificios e inmuebles ocupados, una nueva ley de Sanidad y una «profunda» reforma educativa. Es decir, derogar la actual ley Celaá que se aprobó en noviembre de 2020.