Foto del cometa tomada este martes desde el Parc Astronòmic del Montsec.
El fenómeno será visible a simple vista durante los dos próximos fines de semana, cuando el cometa alcance su punto máximo de brillo sobre la constelación del Boyero.
El Parc Astronòmic del Montsec, gestionado por Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), celebrará durante los dos próximos fines de semana unas sesiones nocturnas especiales para observar el cometa milenario C/2025 A6 Lemmon, un visitante celeste que no volverá a pasar cerca de la Tierra hasta dentro de más de 1.400 años.
El cometa, visible a simple vista desde el pasado martes bajo cielos oscuros como los del Montsec, ha alcanzado ya su máxima aproximación a la Tierra —a tan solo 0,68 unidades astronómicas— y se encuentra en su fase de máxima luminosidad, con una magnitud prevista que podría llegar al grado 3.
Un espectáculo astronómico único

Esta semana se encontrará por encima de la estrella Arcturus, en la constelación del Boyero.
Las condiciones de observación son ahora óptimas. El cometa puede localizarse hacia el oeste, justo al anochecer —entre las 20:00 y las 22:00 horas—, por encima de la estrella Arcturus, en la constelación del Boyero.
La coincidencia con la fase de Luna nueva ofrece un escenario ideal: el cielo oscuro y limpio del Montsec, considerado uno de los mejores lugares de Europa para la observación astronómica.
Desde el Parc Astronòmic se recuerda que el cometa es visible a simple vista bajo cielos sin contaminación lumínica, aunque la experiencia se intensifica con la ayuda de telescopios o prismáticos, que permiten apreciar su núcleo y parte de su cola.
El C/2025 A6 Lemmon fue descubierto el 3 de enero de 2025 por el astrónomo Carson Fuls, desde el observatorio Mt. Lemmon (Arizona, EE. UU.). Desde entonces, su paso por el interior del Sistema Solar ha despertado una gran expectación entre la comunidad científica y los aficionados a la astronomía.

Parc Astronòmic del Montsec. Àger. La Noguera. (Foto: Ferran Font7)
Un cometa milenario
Con un periodo orbital de 1.400 años, este cuerpo celeste pertenece a la familia de cometas de órbitas muy elípticas. Está formado por hielo, polvo y roca, y cada vez que se acerca al Sol, su superficie se calienta hasta que el hielo sublima —pasa directamente de sólido a gas—, liberando partículas que forman su característica cola luminosa, que puede extenderse millones de kilómetros.
La cola, impulsada por el viento solar, siempre apunta en dirección contraria al Sol, creando la icónica estela que distingue a los cometas en el cielo nocturno.
Durante estas noches, la combinación de su brillo, su posición en el firmamento y la ausencia de luz lunar harán del Montsec uno de los pocos lugares en Europa donde se podrá disfrutar plenamente de este fenómeno.