El denominador común en todas las manifestaciones de los protagonistas en la previa de un clásico es que en este tipo de encuentros no hay favorito. No obstante, mucho de lo que sucederá durante los noventa minutos en liza se empieza a gestar en … el despacho del entrenador y sus analistas. Xabi Alonso y Hansi Flick ya han diseccionado al rival, decidido su once inicial y pensado las últimas instrucciones. El tolosarra, en su debut en el banquillo del Real Madrid, afronta su primer clásico desde la banda con el reto pendiente de ganarle un partido de Liga al Barça en el Bernabéu, después de cinco intentos fallidos como jugador (2009-14). Auténtica kriptonita para Alonso, que de los 30 partidos ante los azulgranas con las cuatro camisetas que ha vestido (Real Sociedad, Liverpool, Real Madrid y Bayern), obtiene un pírrico bagaje de 8 victorias, 7 empates y 15 derrotas.

Con mucha más confianza en las alforjas se presenta Hansi Flick, que el año pasado ganó sus cuatro enfrentamientos al Madrid en su primera temporada en el Camp Nou, con 16 goles a favor y dos finales conquistadas (Supercopa de España 2-5 y Copa del Rey 3-2). Todos estos encuentros los ha analizado Alonso para tratar de reforzar las costuras de su equipo y descubrir las debilidades del rival. «El momento es diferente, nuestro proyecto lo es y está empezando. Queremos potenciar nuestras fortalezas y poder hacer un buen partido», advierte el técnico blanco, que añade: «Un clásico es especial, lo ha sido durante muchos años. Es el primero de la temporada y de este nuevo proyecto. Necesitamos que el estadio tenga la energía de los grandes partidos y de los momentos especiales. Que nos empuje y que vibre para que luego podamos celebrarlo con nuestra gente. Mañana es el momento».

Hansi Flick no podrá aleccionar ni corregir a sus jugadores en el Bernabéu. La expulsión ante el Girona le inhabilita para sentarse en el banquillo. Su lugar lo ocupará su mano derecha, Marcus Sorg. «Es un honor estar en el banquillo, es una ocasión especial. Si no está Hansi, se le echa de menos, es la parte más importante del equipo. Es una desventaja, pero pasa como con los jugadores. Hay que dar el cien por cien y gestionar esta situación de la mejor manera», apuntó el asistente germano.

Coinciden los dos equipos en su necesidad de recuperar la sensación de superioridad ante los clubes grandes. Las abultadas derrotas del Madrid ante el PSG (final del Mundial de Clubes 4-0) y el Atlético (5-2), y la endeblez del Barcelona ante el equipo francés en la Champions (1-2) y el Sevilla en el Pizjuán (4-1) ponen bajo lupa sus respectivas actuaciones en este clásico. «Llegamos bien a este partido, conscientes de su importancia. Es un encuentro especial, que tenemos marcado, pero la dinámica no cambia demasiado. Llegamos en un buen momento anímico y de nivel de competitividad. Tengo ganas de que salga bien y de que ganemos. Afrontamos cada partido con la máxima exigencia y éste tiene un sabor especial», asegura Xabi Alonso.

Tampoco suele haber clásico sin polémica y en esta ocasión no es diferente. Las quejas por los errores arbitrales y las declaraciones de Lamine Yamal («roban, se quejan… a ver…») fueron analizadas por los dos entrenadores en la previa. «En el Bernabéu nunca sabes qué puede pasar, hay muchas emociones. Estamos preparados», se limitó a apuntar Sorg al cuestionarle sobre las decisiones arbitrales, al tiempo que defendía a su delantero: «Es un jugador top, será motivador para él. Esperemos verlo mañana en su mejor nivel». En cambio, más puntilloso se mostró cuando se le cuestionó por la posibilidad de que Vinicius pudiera provocar a sus defensas: «Hemos hablado de los comportamientos de los delanteros rivales, siempre lo hacemos, están preparados. Están preparados para Vini y Mbappé». Alonso, por su parte, decidió no polemizar y dio una elegante respuesta a las palabras de Yamal: «Hay muchas declaraciones por la gente de Barcelona y no podemos valorarlas todas. Lo importante es lo que pase en el campo».