Desde hace unos años, es bien conocida la situación que vive el ‘San Pedro penitente’ de Murillo, un cuadro del que aún pende un litigio abierto a cuenta de las deudas que acumuló la desaparecida empresa Abengoa —que fue quien adquirió el lienzo— … con la Seguridad Social. A partir de esta situación, son muchas las voces, entre ellas la de la consejera de Cultura y Deporte, Patricia del Pozo, que han reclamado que ese lienzo entre a formar parte de la colección del Museo de Bellas Artes de Sevilla. Pero hay otras pinturas que son también obras maestras del barroco hispalense que deberían colgar igualmente de las paredes de la pinacoteca ubicada en el antiguo convento de la Merced. Tres claros ejemplos de lo expuesto son ‘La Virgen de la faja’, también de Murillo; una ‘Inmaculada’ de Alonso Cano y ‘El sacrificio de Isaac’ de Juan de Valdés Leal.
La ‘Virgen de la faja’ (1655-1660) es una de las pinturas más destacadas del artista de ‘La Sagrada Familia del pajarito’. De influencia veneciana, la obra representa el momento en que la Virgen está envolviendo al Niño con un pañal en una escena llena de delicadeza. El lienzo perteneció al canónigo de la Catedral de Sevilla Juan de Federegui, que se la legó a su sobrino Luis de Federegui. Antes de 1805 estuvo en poder de la marquesa de la Parada y en 1805 estaba en propiedad del conde del Águila. En 1837 la compró Isadore Justine Severine Taylor, barón Taylor, para la colección de Luis Felipe de Orleans en París. En 1840 está en el Louvre. En 1853 la vende Luis Felipe y lo compra la casa Colnaghi por 1.550 libras, actuando en representación del duque de Montpensier, localizándose posteriormente en el Palacio de San Telmo de Sevilla. En 1892 figura como el cuadro más caro en la tasación del cuaderno particional de Antonio María de Orleans, duque de Montpensier, en 80.000 pesetas. En 1908 se encuentra en Sanlúcar de Barrameda, en la colección de Antonio de Orleáns. Posteriormente fue a París a una colección privada. En 1982 está en Saarbrücken, en la colección Margot y Albert Ernst. Compareció en venta pública en 1989 en Sotheby’s de Londres. En 2004 está en la TEFAF de Maastricht, donde la adquirió una coleccionista española al dealer Richard Knight Fir Art Ltd.
El catedrático de Arte de la Complutense Benito Navarrete logró el hito histórico de que este lienzo volviera nuevamente a Sevilla en 2017, cuando este profesor comisarió en Espacio Santa Clara la primera gran exposición del Año Murillo, ‘Murillo y su estela en Sevilla’. «Esa muestra la hicimos en Santa Clara cuando este lugar hacía exposiciones de relevancia internacional», sentencia. Navarrete apunta que en la actualidad «esta pintura está en el mercado internacional y la tiene un coleccionista que la compró a un precio astronómico que superó los cinco millones de euros». «Es un cuadro fundamental de Murillo y sería una de las pinturas que podrían estar perfectamente en el Museo de Bellas Artes de Sevilla por su enorme calidad», señala este experto en arte.
La ‘Inmaculada’ de Alonso Cano
Otra obra que debería estar en la colección del Museo de Bellas Artes de Sevilla pero que sin embargo se encuentra depositada en la National Gallery de Londres es la ‘Inmaculada’ de Alonso Cano, fechada a finales de la década de 1620. Esta pintura se encontraba originariamente en el retablo de la iglesia de San Alberto de Sevilla junto al lienzo ‘Santa María Magdalena de Pazzi’, también firmado por el artista granadino. El profesor Benito Navarrete recuerda cuando la Junta de Andalucía compró con su intercesión este cuadro en diciembre de 2021 en el mercado internacional. En concreto, fue adquirido en Sotheby’s de Londres por un precio de 170.000 euros (136.000 libras), incluidos los impuestos y los gastos de transporte. Se trata la última pintura comprada en el mercado internacional por la Consejería de Cultura y Deporte para la colección del Museo de Bellas Artes de Sevilla.

La ‘Inmaculada’ de Alonso Cano, obra maestra del naturalismo, se encuentra depositada en la National Gallery de Londres
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Este catedrático firmó un artículo para la revista Burlington Magazine titulado ‘La Inmaculada de Alonso Cano de San Alberto de Sevilla, recuperación de un eslabón perdido del naturalismo español’. Se trata, efectivamente, de una obra maestra del naturalismo del periodo sevillano de este pintor granadino. Este había nacido en 1601 y a los 13 años se trasladó a Sevilla, formándose en el taller de Francisco Pacheco junto a Diego Velázquez. Tanto dicha pintura como la ‘Santa María Magdalena de Pazzi’ estaban documentadas e inventariadas en el inventario de Gómez Imaz.
Señala Navarrete que la ‘Inmaculada’ apareció con los años en París. Posteriormente se encuentra en la Feria de Arte de Maastricht. Estando en una colección francesa, fue adquirida en París por el anticuario Paul Smeet, de la Rob Smith Gallery, antes de que el cuadro saliera a subasta. El lienzo se vendió al final a un coleccionista particular por el precio de 2.700.000 euros. En la actualidad está pintura está depositada en la National Gallery de Londres, en cuya sala 30 se exhibe. Dice este catedrático de Arte que «al estar en el mercado internacional, desgraciadamente no se puede hacer nada, pero por la enorme calidad que tiene sería otra de las pinturas queBC tendrían que estar en el Museo de Bellas Artes de Sevilla», asegura.
Por otro lado, ‘El sacrificio de Isaac’ (hacia 1650) de Juan de Valdés Leal es otra de las pinturas que por su relevancia y por su vinculación a Sevilla tendría que formar parte de la colección permanente del Bellas Artes. Sin embargo, se encuentra en depósito en la National Gallery de Londres. Señala al respecto Benito Navarrete que la importancia de este lienzo es tal que el desaparecido Enrique Valdivieso «le dedicó un libro monográfico a esta obra cuando el cuadro formaba parte de la colección de Villar Mir».

‘El sacrificio de Isaac’ de Valdés Leal también se encuentra depositado en la National Gallery
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La pintura perteneció al comerciante flamenco Nicolás Omazur y estuvo inventariada dentro de su colección entre 1680 y 1698. Este fue uno de los principales mecenas de Murillo. En 1925 pasa a la colección Francisco Patero de Cádiz. También perteneció a la importante colección de Juan March en Palma de Mallorca. «El Ministerio de Cultura dejó salir este cuadro al extranjero una primera vez en el año 2004. Se subastó en Sotheby’s de Londres y ahí la adquirió Villar Mir. Este vendió posteriormente parte de su colección y el Ministerio de Cultura volvió a autorizar una segunda del lienzo salida al extranjero», aclara este profesor. Cuando la pintura se halló de nuevo en el mercado internacional, fue adquirida por un coleccionista particular que posteriormente la cedió en depósito a la National Gallery de Londres, en donde está expuesta en la sala 30, la misma que exhibe la ‘Inmaculada’ de Alonso Cano.

‘El entierro de Cristo’ de Luisa Roldán está en el Metropolitan de Nueva York
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La Roldana y Juan de Zurbarán, también se encuentran en el extranjero
Aunque ‘El entierro de Cristo’ de Luisa Roldán y ‘Bodegón con limones y cesta de mimbre’ de Juan de Zurbarán nunca estuvieron en Sevilla en colecciones privadas, se trata de dos obras que podrían formar igualmente parte del Museo de Bellas Artes de Sevilla al ser dos artistas muy vinculados a la capital hispalense. ‘El entierro de Cristo’ es una de las obras maestras de la Roldana. Este conjunto escultórico realizado en barro cocido fue adquirido por el Metropolitan de Nueva York en 2016 a través de la sala Coll & Cortés, que ya lo había expuesto anteriormente en Carlton Hobbs, también en Nueva York. «Es una obra de devoción privada que encargaría un particular a Luisa Roldán. Nunca se tuvo acceso a ella porque hubieran tenido que pagar un precio muy alto», dice Benito Navarrete. El Metropolitan cuenta también con la escultura ‘Cristo confortado por los ángeles’, atribuida a la Roldana. La National Gallery de Washington adquirió hace dos años una ‘Virgen con Niño’ de la Roldana en el mercado internacional. Hay que recordar que la Junta de Andalucía adquirió en 2021 ‘La Virgen de la leche’ de Luisa Roldán de una colección particular por 150.000 euros. Esta se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
En cuanto a Juan de Zurbarán, el hijo del famoso maestro desarrolló su carrera profesional en Sevilla, donde murió en 1649 con 29 años a consecuencia de la peste. Su ‘Bodegón con limones y cesta de mimbre’ está fechado hacia 1643-1649 y fue adquirido por la National Gallery de Londres en 2017. «Ese cuadro estaba en una colección privada en Madrid. El Ministerio de Cultura dio el permiso de salida al extranjero a través de la Junta Calificación Exportación, autorizando su venta. Lo compró la National Gallery. Para mí es una de las obras más importantes del bodegón español», dice Navarrete.
‘El sacrificio de Isaac’ es uno de los mejores ejemplos del estilo maduro de Valdés Leal y demuestra la maestría del artista en la composición dramática y su capacidad para unir un pincelado suelto y sugerente con pasajes de observación precisa. «Se trata de una pintura fundamental de Valdés Leal y es otra de las que merecían estar en la colección Museo de Bellas Artes de Sevilla», concluye Benito Navarrete.