El 29 de octubre de 2024, una dana (depresión aislada en niveles altos) trajo lluvias torrenciales e inundaciones históricas en el este de España. Se confirmó un total de 237 víctimas mortales, 229 de ellas en la Comunidad Valenciana, siete en Castilla-La Mancha y una en Andalucía, con 75 municipios afectados en la provincia de Valencia. Los cauces de ríos y barrancos se desbordaron y las calles se convirtieron en ríos caudalosos, arrastrando como un torrente automóviles, barro y todo tipo de escombros.
Las desoladoras imágenes de los daños de hace un año han dado paso a barrios e infraestructuras recuperados o en proceso de recuperación, que tratan de cerrar las cicatrices exteriores de la catástrofe, aun cuando quedan pendientes de resarcir otros muchos daños. Las siguientes combinaciones de imágenes muestran ese antes y ahora en algunas de las poblaciones más afectadas de la provincia de Valencia.
Tras el desastre y los graves daños provocados por la dana, las calles de Valencia se llenaron de voluntarios y residentes para limpiar el barro y los restos arrastrados por el agua, como en esta calle de Massanassa. La imagen tomada el 9 de noviembre de 2024 contrasta con la de una calle restaurada, aunque todavía con restos de la riada, en una fotografía tomada el 6 de octubre de 2025.
Esta esquina de una calle en Massanassa refleja la diferencia entre la situación tras las inundaciones, con voluntarios batallando contra el barro incrustado en el suelo, en una imagen apenas una semana después de la riada (7 de noviembre de 2024), y un pavimento ya limpio y transitable once meses más tarde, como se ve en la fotografía del después, tomada el 7 de octubre de 2025.
La V-31, más conocida como Pista de Silla, es la autovía de acceso de la ciudad de Valencia por el sur, y quedó inutilizada tras las inundaciones provocadas por la dana del 29 de octubre de 2024. En la composición anterior, se ve a gente caminando por la carretera junto a coches y camiones entre los escombros arrastrados, en una imagen del 1 de noviembre de 2024, cerca del municipio de Massanassa, comparada con un tráfico normalizado once meses después, en otra fotografía tomada en el mismo lugar el 6 de octubre de 2025.
En la fotografía de la izquierda, tomada el 1 de noviembre de 2024, se observa a un grupo de personas intentando desenterrar un coche en busca de víctimas atrapadas entre el lodo y los escombros en la rambla del Poyo a su paso por Paiporta. En la imagen de la derecha, captada casi un año después, el 2 de octubre de 2025, el mismo lugar muestra signos de reconstrucción y normalidad.
La misma persona, Ramón, vive en el mismo lugar dos momentos muy diferentes. En uno, a la izquierda, está sentado con gesto cansado en una enlodada calle delante del Ateneu Musical i Mercantil de Paiporta, el 31 de octubre de 2024, dos días después de la dana. Un año después, está sentado y charla más animadamente con otros vecinos en el mismo lugar, en una fotografía tomada el pasado 7 de octubre, con la mayor parte de las heridas del lugar cicatrizadas.
Tras la dana, hubo calles, como esta de Sedaví, donde la acumulación de escombros, barro y vehículos era tal que no se pudo ni salir de los portales durante días y semanas. En esta imagen del 30 de octubre, un hombre camina a duras penas. En contraste, casi un año después, el 7 de octubre de 2025, una solitaria motocicleta circula tranquilamente por la misma calzada.
Una de las imágenes más impactantes de la dana en Valencia fue la de las calles repletas de automóviles apilados en medio del barro y los escombros, como la del combo superior. A la izquierda, una calle en Sedaví, el 30 de octubre de 2024. A la derecha, los vecinos vuelven a circular por su barrio en un entorno completamente remozado.
En la imagen de la izquierda, tomada en Sedaví el 30 de octubre de 2024, varios vecinos caminan entre vagones de tren amontonados sobre las vías tras las inundaciones provocadas por la dana. La fotografía de la derecha muestra el mismo cruce el 21 de septiembre de 2025, ya recuperado.
Las imágenes anteriores muestran también a voluntarios despejando escombros en las zonas afectadas por las inundaciones, mientras los trabajadores realizan reparaciones en las vías del tren en el municipio valenciano de Sedaví, el 3 de noviembre de 2024 y una fotografía de la misma zona el 21 de septiembre de 2025.
Las calles recuperan poco a poco la normalidad, como esta de Picanya, en la combinación de imágenes que se ve arriba. La primera foto, del 30 de octubre de 2024, muestra coches y ramas apilados tras las inundaciones. La misma calle, el 27 de septiembre pasado, muestra una calle limpia y vehículos aparcados ordenadamente.
A la izquierda, agentes de la Guardia Civil y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) participan en las labores de búsqueda y rescate tras las inundaciones que afectaron a Benetússer, cerca de Valencia, en una imagen del 2 de noviembre de 2024. La fotografía de la derecha muestra el mismo paso subterráneo, el 22 de septiembre de 2025, completamente limpio y disponible para su uso.
En la fotografía de la izquierda, un bombero de una unidad de búsqueda y rescate realiza trabajos mientras los automóviles y los escombros bloquean un túnel en el límite de los municipios de Benetússer y Alfafar, el 1 de noviembre de 2024, tres días después de las inundaciones. En la imagen de la derecha, una mujer conduce su patinete eléctrico por el mismo túnel, el pasado 6 de octubre.
La fuerza de la inundación arrastró automóviles e incluso una autocaravana sobre las vías del tren cerca de Alfafar, como se ve en la imagen de la izquierda, del 1 de noviembre de 2024. Casi un año después, en una fotografía en el mismo punto tomada el pasado 6 de octubre, se ve como la circulación de los trenes ha vuelto a un lugar que vuelve a ser como antes.
Esta combinación de imágenes muestra una explanada reconvertida en desguace para cientos de vehículos dañados por las inundaciones, que fueron retirados de las calles de Alfafar, tal y como se podía ver el 7 de noviembre de 2024, apenas una semana después de la dana, y la misma zona donde se construyeron unas aulas prefabricadas, en una imagen del 26 de septiembre de 2025.
Las fotografías anteriores muestran las tareas de limpieza y reconstrucción en el cauce de la rambla del Poyo, en Paiporta, allí donde un árbol solitario logró resistir la fuerza del agua desbordada. Casi un año separa las imágenes de la izquierda y la derecha, obtenidas el 31 de octubre de 2024 y el 7 de octubre de 2025, respectivamente.
En la primera imagen, las inundaciones causadas por la dana aún llenan el cauce del río Turia, el 7 de noviembre de 2024. A la derecha, una vista general del Turia a su paso por Valencia once meses más tarde, el 7 de octubre de 2025.