Carlos Alcaraz se ha convertido en uno de los deportistas españoles protagonistas en lo que va de 2025. Tras caer en Wimbledon ante el número uno del mundo, Jannik Sinner, el de El Palmar ha concedido una entrevista al Financial Times en la que no ha dudado en hablar de la gente que le compara con Rafa Nadal.

Al decirle que hay gente que está tratando de ver similitudes entre él y el de Manacor, Alcaraz no ha dudado en contestar con mucha claridad: «No quiero que me llamen el sucesor de Rafa«. 

«El tenis siempre ha tenido grandes rivalidades y grandes jugadores. Es un privilegio que la gente vea nuestro juego de esa manera, con tanto entusiasmo, pero al final no tenemos ninguna obligación de hacer lo que ellos han hecho, ni mucho menos«, ha defendido, en referencia a los considerados grandes del tenis, Federer, Nadal y Djokovic.

«Si no te mantienes firme en tus ideales, en lo que quieres, esa presión te puede devorar. Hay que saber diferenciar. Intentamos no pensar en ninguna presión y mucho menos en hacer lo que ellos hicieron«, ha justificado.

Respecto a su relación con Sinner, Alcaraz ha confesado que «las conversaciones basura llaman mucho la atención», porque a la gente «le gusta mucho la idea de que haya fricción entre nosotros«.

«Eso es lo que vende. Pero, aunque el tenis es un deporte individual, nos enfrentamos a los mismos jugadores cada semana, día tras día… Jannik y yo, que hemos tenido grandes batallas en la cancha, nos vemos mucho fuera de ella. Hablamos, a veces entrenamos juntos», ha reconocido.

Alcaraz también ha hablado sobre las redes sociales y, pese a decir que las usa «mucho», ha señalado que «el ambiente no es muy bueno, por no decir horrible». «Se ha convertido en una herramienta muy importante para el trabajo, pero a nivel personal es un mundo muy feo«, ha añadido.

«Al final, nada de lo que hay ahí es real. La gente muestra una vida que no es la suya, una cara que no es la suya. Y, además, hay mucha gente que puede llegarte con un simple comentario y hacerte daño. Creo que no hay peor arma que las palabras», ha sentenciado.