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A comienzos del siglo XX, la zona del Tibidabo de Barcelona vivía un momento de esplendor. El empresario Salvador Andreu, conocido por sus pastillas para la tos, había impulsado la urbanización de la montaña con un tranvía y un funicular que conectaban el centro de la ciudad con las nuevas parcelas residenciales.

La avenida del Tibidabo se convirtió entonces en un escaparate de casas de veraneo y residencias de lujo encargadas por familias adineradas, industriales y artistas. Allí se levantaron edificios firmados por nombres como Enric Sagnier, Josep Puig i Cadafalch o Arnald Calvet, y entre ellos brilló también la Torre Bernat i Creus.

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Menos conocida, pero de una personalidad inconfundible, la casa es una obra de arte. Construida en los albores del siglo XX, la Torre Bernat i Creus formó parte este ambicioso proyecto de ciudad jardín.

La casa fue concebida como muestrario de artes decorativas por sus propietarios, ambos pintores y artesanos. Su diseño, promovido por los pintores-decoradores Manuel Bernat Rovira y Joaquim Creus Grau, fusiona el modernismo catalán con un aire neomedieval.

Cómo es la casa

Aquí hay muros de piedra, una torre mirador, almenas y ventanales apuntados. Los detalles son los que delatan su raíz modernista: rejas de hierro forjado con motivos florales, mosaicos hidráulicos de la casa Pujol & Bausis, balcones con barandillas curvilíneas y galerías con arcos de medio punto. 

En su interior, destacan, en cambio, las cerámicas hasta la carpintería. Todo pensado para combinar funcionalidad, artesanía y belleza. Aunque esto ha ido cambiando.

Detalles arquitectónicos

Durante más de cien años, la torre fue cambiando de manos. Sirvió como residencia particular, más tarde como convento de monjas, y posteriormente como sede de oficinas, lo que provocó alteraciones en su estructura y acabados. 

Su silueta —una mezcla de castillo y mansión modernista— se mantuvo como uno de los iconos discretos de la que fue una de las avenidas más elegante de Barcelona. Hasta que cayó en el olvido.

La Casa Bernat Creus, que ha comprado Soho House para su segunda sede en Barcelona

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Cedida

Ahora, el grupo Soho House, nuevo propietario del inmueble, ha decidido sacarlo del ostracismo y darle una nueva vida. Una resurrección que no sólo conserva el estilo de la casa, también la exclusividad de las familias burguesas que la promovieron y habitaron.

Esta empresa es conocida por ser un selecto club creativo. A él se accede tras enviar y pasar un proceso de solicitud y una entrevista que evalúa su vínculo con la comunidad artística y su “espíritu creativo”. Por eso, el acceso a la Torre Bernat y Creus es solo accesible para socios.

Una nueva vida

El rescate, por tanto, no va a hacer visitable la nueva torre. Sólo se accederá previo pago y selección. Eso sí, sus nuevos propietarios detallan que el proceso de admisión no depende del poder adquisitivo, sino del perfil profesional y creativo del solicitante.

En cualquier caso, la Torre Bernat i Creus tiene una nueva vida. Soho House ha culminado su proyecto de restauración patrimonial que califica “sin precedentes”, especialmente en la coordinación con los departamentos de Patrimoni y Parcs i Jardins del Ayuntamiento de Barcelona.

La restauración

Según ha avanzado Crónica Global, la intervención ha devuelto a la torre su color original, perdido tras sucesivas capas de pintura. Se han recuperado murales y frisos decorativos mediante un proceso de decapado y consolidación. 

En el interior, se han retirado falsos techos para dejar al descubierto las bóvedas catalanas y se han restaurado los suelos hidráulicos originales, completando los fragmentos desaparecidos con los mismos patrones geométricos.

Diseño de la nueva Soho House de Barcelona

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SOHO HOUSE

El trabajo fue precedido por una investigación exhaustiva: revisión de archivos municipales, análisis con infrarrojos y catas en muros guiadas por especialistas. Gracias a ello, la llamada “planta noble” ha recuperado su esplendor.

Inauguración

Ahora, las estancias temáticas, como la antigua sala de juegos, lucen nuevamente motivos florales y femeninos de principios del siglo XX en paredes y cornisas. El resultado es muy digno de lo que fue y del club selecto al que pertenece.

La apertura oficial está prevista para el 3 de noviembre. Se integrará en la red internacional de Casas Soho House, junto con las ya existentes en Ciutat Vella (inaugurada en 2016) y Soho Beach House en el Garraf (2018).

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Nuevos usos

A diferencia de estas, la nueva sede no funcionará como hotel. Será un espacio exclusivo de acceso restringido a socios con grandes lujos y servicios.

En la planta baja, se ha habilitado un gimnasio con lucernarios, una zona de wellness con saunas de vapor e infrarrojos y un espacio de longevidad con tratamientos corporales. 

Cómo es la nueva torre

La azotea, con vistas directas al templo del Sagrado Corazón del Tibidabo, cuenta ahora con salas de masaje y áreas de relajación pensadas para los socios.

Sus socios también van a poder disfrutar del jardín histórico de la torre. RReplantado con las mismas especies autóctonas que lo poblaron hace más de un siglo. Entre sus senderos se han instalado mesas, hamacas y una piscina climatizada exterior.

Proyecto del Soho House

Proyecto del Soho House

SOHO HOUSE

El nuevo club no se olvida de la oferta gastronómica. La renovada Torre Bernat y Creus cuenta con un café de cocina ligera, que ofrece un menú diario del club, también disponible en el jardín y la piscina.

Al bar se le añade un restaurante nocturno de propuestas rotatorias. En sus primeros meses, la propuesta será Pen Yen, un concepto de cocina japonesa creado por Soho House en Oxfordshire, además de un brunch de fin de semana.

Obligaciones para socios

En paralelo, y según revela Crónica Global, la dirección de arte ha comisariado una colección de artistas barceloneses contemporáneos. Lujos que solo van a poder tener los socios del Soho House. Aunque ellos también tienen sus limitaciones.

Las normas de la casa son estrictas: está prohibido tomar fotografías dentro del club, incluso a los socios o sus acompañantes. La privacidad es parte esencial de la experiencia.