Aitor Echevarría

Domingo, 26 de octubre 2025, 19:50

Miribilla volvió a ser Miribilla. El Surne Bilbao Basket ha vuelto a ganar en casa ante el Morabanc Andorra (81-71), en un partido que confirmó la línea ascendente del equipo. El conjunto de Jaume Ponsarnau firmó un arranque convincente, sobrevivió a su temido bajón del tercer cuarto y remató con autoridad en los minutos finales.

En sala de prensa, Ponsarnau se mostró satisfecho por el trabajo de su equipo, especialmente por la manera en que supieron sobreponerse a los momentos de duda: «Hemos empezado bien, con energía y tono. Muy bien en el rebote. Teníamos el rebote para correr y eso nos ha dado confianza. En el tercer cuarto hemos empezado faltos de energía. No somos un equipo sólido aún, y eso se ha notado ahí. Pero al final hemos levantado la situación».

El técnico reconoció que su equipo sigue en construcción, pero destacó el compromiso de sus jugadores: «Nuestros problemas cuando hemos jugado mal siempre han sido por pérdidas y desconexiones. Por lo demás, creo que hemos hecho muy buena defensa. Yo no dejo de decir que el equipo está unido, que hay trabajo, y eso, para un entrenador, es muy reconfortante. No por lo que tenemos ya, sino por lo que podemos llegar a ser».

Sobre todo, quiso subrayar la conexión con la grada y el espíritu que se vivió en los minutos decisivos: «Me ha gustado ver a muchos jugadores que han tenido la ‘reacción Miribilla’. Eso es lo que queremos. Tenemos jugadores Miribilla y eso nos ayudará mucho». Refiriendose a la conexión de los jugadores con la grada, un factor clave que ha caracterizado desde hace años las temporadas de los hombres de negro.

El Surne aún no es un equipo sólido, pero empieza a ser reconocible. Corre, defiende y, cuando el balón quema, encuentra en Miribilla y en su gente el impulso que necesita. Y eso, como dijo Ponsarnau, «es lo que queremos».

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